El todavía director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Ignacio García, señaló ayer en declaraciones a La Tribuna que la oferta que recibió para renovar su contrato al frente del certamen por un año fue «tardía, no de la mejor manera y no con todas las garantías para la continuidad del Festival», por lo que su decisión fue de no aceptar la propuesta de renovación por un año.
García justificó la negativa en que Almagro es un lugar «de enorme exigencia» y atribuyó a su público un rechazo «a nada que no sea de la mayor calidad posible», y entiende que las condiciones en las que se le proponía la renovación «no están al servicio de esa excelencia».
Por otro lado, agradeció «el entusiasmo y la convicción con que defienden el Festival, el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta», lo que enfoca su crítica hacia la cuarta pata del Patronato: el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), del que afirma: «Tanto en lo que es el equipo humano del Festival, de la Fundación, como en la parte de preparación de la Compañía Nacional, siento que no hay ese compromiso inquebrantable para seguir creciendo», lo que le lleva a dejar paso a otros gestores.
García reconoce que desde hace un tiempo, desde la dirección del festival se advierte que «se está variando el modelo de compromiso de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con el propio Festival», algo con lo que reconoce no estar de acuerdo, pero admite que son «los patronos del festival los que deciden las políticas» y definen una política que respeta «absolutamente», pero ha decidido «no contribuir a un camino que no es el que yo creo».
Otra de las materias que condicionó la decisión de García fue el personal que trabaja para el Festival. Así, el director explicó que todos los años se hace una previsión de personal previa a la convocatoria, «que en esta edición se aprobó a regañadientes y hemos tenido que hacer una reducción de plantilla». Su impresión es que las perspectivas de cara al futuro «eran de continuar ese camino y no tenía garantías de volver al estado anterior, de tener un equipo humano más fuerte». A su juicio, «no es una evidencia positiva».
Ignacio García considera que su aportación al festival ha sido la apuesta decidida por el teatro español del Siglo de Oro, con la búsqueda de nuevos autores y, sobre todo, autoras, así como de textos de otras lenguas españolas.
El hasta ahora responsable del Festival reconoció que su contrato expira el 31 de diciembre, por lo que era necesario resolver su continuidad al frente del proyecto.