El Ayuntamiento de Ciudad Real ha perdido una partida económica de 163.596 euros que iban a llegar de Europa, concretamente a través de los fondos Feder, desde el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE) y que iban a servir para avanzar en la renovación de las instalaciones del Teatro Municipal Quijano, en particular para la mejora de la climatización y la sustitución de las luminarias por otras de tipo led para, además de ahorrar en la factura de la luz, ahora disparada, reducir la huella de carbono.
Sin embargo, el Consistorio ha renunciado a este montante económico tras llevar desde mayo de 2021 en una especie de odisea de tramitación en la que se ha enfangado, y por la cual primero declaró la conveniencia de «acometer de manera urgente los trámites para la redacción de ambos proyectos», después adjudicó en julio de 2021 uno de ellos, el de la climatización, a una empresa y, posteriormente, en diciembre, el otro a la misma empresa «para mejorar la coordinación entre ambas obras». Meses más tarde, en marzo de 2022, la empresa trasladó que los plazos de entrega de los equipos de climatización no bajaría de cinco meses y, al mismo tiempo, que para alojar las máquinas era necesario emitir un certificado de estabilidad estructural para el que la empresa adjudicataria del proyecto no era competente, lo que requería de la búsqueda de una solución.
Todo ello, mientras se instaba a «compatibilizar las obras con el normal funcionamiento del Teatro Quijano», que acababa de abrirse tras permanecer cerrado dos años por la pandemia y por las obras de actualización que se ejecutaron. Además, aunque se concedió una ampliación del plazo de seis meses, se inició el proceso para tratar de acogerse a una nueva línea de subvención (PIRED Local) que podría suponer una subvención y un plazo mayor de ejecución, «pero se desiste en el intento, ya que al tener anexas viviendas particulares en el edificio no es titularidad cien por cien municipal la totalidad del inmueble y, por tanto, no podría acogerse a dicha subvención», se detalla en la propuesta de renuncia que se llevó a la Junta de Gobierno Local.
«La climatización en el Teatro Quijano presentaba algunos problemas de cuando se replantean los proyectos en el propio edificio y además el IDAE marcaba unos plazos que eran incompatibles con la temporada en la que el teatro está abierto. Desde que nos notifican la concesión de la ayuda hasta que el Teatro Quijano vuelve abrir, no existía plazo posible para acometerlos», comentó la portavoz del equipo de Gobierno, Mariana Boadella, quien recordó ya estuvo cerrado el Quijano por las obras de mejora de accesibilidad y renovación del telón y «al final se decidió no cerrar otra temporada el Quijano» y tratar de acometer más adelante estas nuevas actuaciones.