La resaca copera del Barça está siendo muy dulce y hay un titular unánime en la prensa nacional y extranjera: el principal artífice de que el equipo venciera a la Real Sociedad, aparte del portero Marc André Ter Stegen y sus paradas soberbias en momentos clave (aunque tuvo lunares), fue Ousmane Dembélé, que volvió a ser el jugador que cautivó a medio mundo en el Borussia Dortmund no hace mucho y por el que suspiraban los principales clubes.  

El delantero francés decidió el pasado jueves la eliminatoria de cuartos de final del Barcelona ante la Real Sociedad (1-0) con su gol número 40 desde que llegó al conjunto azulgrana en 2017 y, como sucedió en los 38 partidos anteriores que marcó, el conjunto blaugrana no perdió. Casualidad o suerte, las cifras están ahí.

Y es que las estadísticas del líder de la Liga cuando anota el galo son absolutamente demoledoras: 32 triunfos y seis empates. Por si fuera poco, cuando Dembélé asiste, el combinado catalán tampoco pierde.

El extremo de 25 años ha dado el pase del gol 41 veces repartidas en 32 encuentros. En 30 de ellos, el Barça ha ganado y en tan solo dos ha empatado. Por eso mismo se podría decir que el 'Mosquito', un personaje muy singular, tiene una especie de 'efecto talismán' entre todos sus compañeros. 

La diana del pasado miércoles, además, vino acompañada de una de las mejores actuaciones de este curso del 'Mosquito', que desbordó una y otra vez a la defensa 'txuri-urdin' y acabó ovacionado por el público del Camp Nou. 

«Es un puñal. Veo la cara de los laterales y sufren», sentenció su entrenador, Xavi Hernández, tras el partido. Se le veía feliz al técnico y no es para menos, pues cuando llegó, estaba apartado del equipo y él no dejó de defenderle y en pedir que le renovaran.

El primer tanto del francés con la camiseta azulgrana fue el 14 de marzo de 2018 en el triunfo por 3-0 ante el Chelsea en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. Desde entonces, en los 38 partidos que ha marcado, tan solo dos veces ha conseguido un doblete: en el 5-1 ante el Villarreal en Liga del 9 de mayo de 2018 y en el 3-0 ante el Levante en la Copa del 17 de enero de 2019.

Con Xavi en el banquillo del Barça, el rendimiento de Dembélé ha mejorado ostensiblemente. Los números lo demuestran. El año 2022 fue el que más choques disputó el galo desde que es profesional, con 53. Y también fue el que más asistencias dio (19).

Con el de Tarrasa, ha jugado el 68 por ciento de los encuentros. En cambio, con Ronald Koeman jugó el 50 por ciento y, con Ernesto Valverde, el 45. Uno de los principales motivos de este incremento, además de la gran confianza de Xavi depositada en él, es que las lesiones le están respetando más que en el pasado. De hecho, este curso 2022/23, de momento, es el primero en el que no se ha lesionado desde que está en el club catalán. Atrás quedan los fantasmas de los problemas físicos que le alejaron durante meses de los terrenos de juego, sobre todo las múltiples que sufrió en el muslo derecho.

Estos factores le están permitiendo tener continuidad por primera vez en el Camp Nou, ganar confianza y ser cada vez más atrevido. Dembélé es el segundo futbolista que más regates intenta en el fútbol español, tan solo por detrás de Vinícius. El 55 por ciento de ellos finalizan con éxito.