El equipo de Gobierno afirma que no sabía las intenciones del concejal de Promoción Económica, Pedro Maroto, de saltarse la disciplina y abstenerse en la votación del presupuesto municipal para el año 2023. Su abstención obligó el pasado viernes a que el equipo de Gobierno tuviera que recurrir al voto de calidad de la alcaldesa para resolver el empate y sacar adelante las cuentas del Consistorio. Se trata de una sorpresa, explicó la portavoz, Mariana Boadella, porque en las comisiones previas al Pleno, Maroto sí votó a favor y porque la comunicación "se hizo a las pocas horas del Pleno".

La edil señaló que aún no habían hablado con Maroto sobre sus razones, pero recordó que el edil "es libre" a la hora de "tomar las decisiones que considera", pero eso sí, desde el equipo de Gobierno se tomarán las "medidas políticas", en estos días, que consideren ante esa decisión de Maroto. La portavoz del equipo de Gobierno explicó que "se contemplan muchas" actuaciones ante Maroto, pero no puede avanzarlas hasta que no se decida de qué modo se sanciona esa abstención. "Se baraja todo", indicó Boadella, quien pidió dejar "reposar" la decisión, al menos "24  horas de un día laborable", como es este lunes. 

"Hay un equipo de Gobierno", dijo Boadella, se trata de un pacto a cuatro años, nacido "fuera de individualismos o decisiones personales" y que está "trabajando por la ciudad". De hecho, señaló, que independientemente de lo que ocurra, quedan tres meses de legislatura, ya que el 2 de abril se convocarán elecciones, y la intención es "continuar y terminar ese trabajo que hemos venido a hacer". 

En cuanto a la sorpresa, Boadella apuntó que Pedro Maroto, como presidente del Impefe, votó los presupuestos del Impefe en su comisión y en la de Hacienda celebrada el martes de la pasada semana, tres días antes del Pleno, también votó a favor. 

Con todo, Boadella trató de restar importancia a la abstención de un integrante del equipo de Gobierno a las cuentas municipales, afirmando que lo importante es que las cuentas "salieron". "Un presupuesto de 77 millones, ajustado a la realidad y que intentan combatir la subida de precios y la inflación, con una bajada del IBI, el más bajo en 23 años, y congelación de tasas". Se trata, dijo, de unas cuentas, que "quiere fomentar el crecimiento de la ciudad y ese crecimiento económico de la ciudad", aunque el edil de Promoción Económica votara en contra.