Ciudad Real emplea peones, camareros, albañiles y limpiadoras

R. Ch.
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Cuatro de las siete profesiones más empleadas en la provincia están calificadas como «ocupaciones elementales»

Dos trabajadores, realizando faenas agrícolas. - Foto: Rueda Villaverde

Las reglas del mercado laboral cambiaron en España con la entrada en vigor de la reforma aprobada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez a inicios de año 2022, pero lo que no cambian son las ocupaciones más contratadas en la provincia, donde peones agrícolas, camareros, peones de industrias manufactureras, albañiles, limpiadoras, vendedores en tiendas y peones forestales y de caza siguen siendo las ocupaciones más contratadas, igual que antes. 

El Boletín Trimestral del Mercado de Trabajo correspondiente a los tres primeros meses del año que elabora el Servicio Público de Empleo Estatal vuelve a situar como los oficios más contratados a los que, por lo general, requieren de una menor formación. De hecho, atendiendo al Sepe, cuatro de esas siete ocupaciones están calificadas como «elementales». 

El empleo, en la mayoría de los pueblos de la provincia se mueve al ritmo de las campañas agrícolas. Hasta 50 de los 80 municipios más poblados tienen en la agricultura, la ganadería, la caza y todos los servicios relacionados con su actividad económica más destacada, según el número de personas afiliadas a la Seguridad Social.

Las cuentas las realiza el Ministerio de Trabajo, en este caso, en su informe anual sobre la realidad laboral de los municipios de la provincia con datos del pasado 2021. La más destacada, la del campo. Tomelloso, Bolaños de Calatrava, Malagón, Pedro Muñoz, Socuéllamos o La Solana y Villarrubia de los Ojos son solo algunos de los puntos de la provincia donde es más sencillo encontrar un empleo que esté ligado al campo. Todo en una provincia que es la undécima potencia agraria del país, con un peso del sector primario en su PIB que supera el ocho por ciento, hasta llegar casi a los 1.000 millones de euros que aporta la agricultura y la ganadería de los casi 10.700 millones de euros que fue capaz de generar la provincia en 2019, el último dato actualizado por el INE.

Ese impacto económico supone, eso sí, un retroceso en la buena marcha de la economía agraria en Ciudad Real y quiebra cuatro años de aumento del PIB del sector primario, aunque a la hora de hablar de empleo, el campo sigue siendo como la primera puerta de entrada a un trabajo en media provincia. De hecho, en las 30 localidades donde la agricultura o la ganadería no es la actividad que más trabajo crea es la segunda en 11.

La brecha entre lo que supone este sector a la hora de entrar en el mercado laboral en la provincia y la siguiente actividad es llamativa:pequeño comercio, servicios de comidas y bebidas y la industria de la alimentación apenas son la 'cabeza' del empleo en cuatro localidades. En el campo, 50. 

El paso de la pandemia del coronavirus también sirvió para consolidar el empleo sanitario en las ciudades de la provincia que cuentan con un hospital. Alcázar de San Juan, Valdepeñas y Manzanares tienen en las actividades sanitarias su primera actividad laboral y es la segunda en Ciudad Real y Puertollano. 

En la capital, el informe del Ministerio vuelve a incidir en la importancia que tiene el empleo público en su día a día, con más de 8.500 empleados dados de alta en la Seguridad Social y eso que se anotó un descenso del 10% de la afiliación en comparación con 2020. Pese a las restricciones que mantuvo aún la pandemia, la hostelería fue la que más contratos firmó en la capital y la ocupación más contratada fue la de camarero, seguido de la de personal de limpieza, junto con los operadores de máquinas para elaborar productos alimenticios, bebidas y tabaco y los vendedores en tiendas y almacenes. 

El pequeño comercio fue la actividad económica que más empleo creó el pasado año en Puertollano, donde el peso del complejo petroquímico de Repsol se traduce en que la tercera actividad que más empleo deja en la estadística laboral es la relacionada con las coquerías y el refino de petróleo.

El mapa de ocupación en la provincia traza también una realidad que viene definida por las peculiaridades puntuales de cada uno de los municipios que se han especializado en un grupo de actividades que les convierte en únicos en el ámbito ciudadrealeño. En Daimiel, por ejemplo, el efecto Vestas convierte a esta localidad en la única de Ciudad Real donde hay más gente trabajando en la fabricación de maquinaria y equipos que en ninguna otra actividad. En Corral de Calatrava, la explicación al peso que tiene la industria de la alimentación se debe a Productos Arenas, con exportaciones incluso hacia Asia, mientras que el número de empleos que deja la fabricación de vehículos en Herencia se justifica por el impacto de Tecnove, en Las Labores la fabricación de bebidas se debe a Pernod Ricard y en Pozuelo de Calatrava destaca la importancia que tiene la fabricación, de muebles.