La semana pasada se publicó el convenio del comercio general, un texto que afecta a entorno 9.000 trabajadores de la provincia, que verán aumentado su salario un 2,2% con carácter retroactivo este año y un 2% más a partir de enero del próximo año. En este convenio entran tiendas de alimentación y otros negocios de venta de distinto equipamiento y se exceptúan el comercio textil y aquellos espacios comerciales que tengan convenio colectivo propio, lo que implica que afecta tanto a aquellas empresas que han debido de cerrar durante el estado de alarma como aquellas que no. Todas ellas deberán pagar los atrasos en este momento de incertidumbre tras la pandemia y que implica que desde Fecir se pida a las empresas que haya un acuerdo para abonar los atrasos en varios pagos hasta el máximo permitido en el propio texto el 31 de marzo de 2021. Los 20 euros más aproximadamente que en el menor nivel salarial deben abonarse por los 12 meses de este año y los 9.000 trabajadores implican que las empresas de la provincia podrían tener que abonar unos dos millones de euros en atrasos a los empleados.
Por este motivo, el coordinador del Foro Provincial del Comercio, Miguel Ángel Rivero, apuntó que animan a los empresarios a pagar los atrasos de forma escalonada hasta esa fecha legal para evitar que pueda haber ciertos problemas con los pagos. Rivero recordó que él, por ejemplo, tiene un comercio dedicado a la venta de recambios de vehículos y entra dentro de este convenio, al igual que los supermercados, por ejemplo, pero él «no estaba vendiendo ni un a pieza», lo que muestra las grandes diferencias que puede implicar la aplicación actual de este acuerdo. Se trata de una situación en la que también se encuentran otros comercios como los de elementos de construcción. Rivero señaló que hay negocios que lo están pasando mal con la pandemia y dijo que es consciente de la aplicación obligatoria del convenio por lo que señala esas opciones para evitar un nuevo problema a las empresas.
Hay que tener en cuenta que el convenio de comercio es de los primeros que cuentan con aspectos referentes a la pandemia. Por ejemplo, aquellas empresas que durante el primer estado de alarma y el confinamiento no realizaran un ERTE, no tienen que pagar atrasos ni aplicar el incremento salarial durante tres meses de ese año. El segundo aspecto es esa fecha del 31 de marzo 2021 para el abono de atrasos, fruto de un acuerdo en mediación y que se firmó durante el verano. Después, fruto de los problemas de la pandemia, se ha ido retrasando su publicación hasta esta semana.
Además de la subida salarial de este año el convenio incluye otra subida en enero del 2% y además se plantea una reunión en el mes de enero próximo en que se acuerde un complemento de compensación, por la congelación de sueldos que ha habido en 2018 y 2019.
Por parte de CCOO-Servicios su coordinadora, Ángela Briones, recordó que este acuerdo ha sido «muy difícil» tras una negociación que empezó con un plan que buscaba ampliar el convenio más allá del aspecto salarial. Se trataba de una petición previa al COVID que finalmente se rebajó para en el texto completo mejorar los incrementos salariales de los trabajadores e incluir «flexibilidad» a la hora de afrontar los incrementos salariales. Eso sí, Briones señaló que «una vez que termine esta situación de la pandemia ya es momento de empezar a cambiar el convenio porque no se puede seguir mucho tiempo», indicó.