El humor como medicina

Mario Ramos (EFE)
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Carlos Latre debuta en el Festival Internacional de Mérida dando vida a Pseodolus en una de las obras más icónicas de la historia del prestigioso certamen, 'Golfus de Roma'

El humor como medicina

El humorista, cantante y actor Carlos Latre, que debuta hoy en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, consideró ayer que España, tras la tragedia derivada de la pandemia, no puede perder el sentido del humor, pues «perderíamos una gran parte de nuestra esencia».

«Todos hemos perdido a alguien y creo que se nos está quitando la sonrisa de la cara, algo terrible», sostuvo el castellonense en la capital extremeña, donde sale a escena para interpretar el personaje de Pseodolus en una de las obras más icónicas de la historia del festival, Golfus de Roma.

Casi 30 años después de que fuera dirigida por Marios Gas e interpretada por Javier Gurruchaga en el papel principal, este musical vuelve a la arena con el mismo objetivo, que no es otro que trasladar felicidad y risas al espectador.

Por ello, Latre entiende que es el momento adecuado para esta obra después de muchos meses de pandemia, y también porque quiere mostrar al público «otro artista» que lleva dentro, «renovado», diferente» a lo que tiene acostumbrado al público, pero que no deja a un lado sus gestos y sus «locuras». Así, asegura y remarca que en esta obra da rienda suelta a su lado más clown, lo que le permitirá «liberar al payaso circense» que lleva dentro.

Aunque el teatro lo entiende como una isla en la que los cómicos aún pueden expresarse con libertad, Latre cree que se está llevando a cabo «una malinterpretación» de lo que supone para un individuo tener libertad.

La libertad es algo que su personaje anhela poseer y para el levantino, sin duda alguna, es algo por lo que merece la pena luchar, de ahí que vea en su máxima expresión la oportunidad de poder elegir dónde estás y qué haces «porque eso te permite saber quién eres».

En este marco, el humorista sostiene que hay libertades que corren peligro, pues la comedia actual vive en la época del «bienquedismo». «Parece que vivimos en un momento que todo es maravilloso y todos somos muy guapos, y debido a eso estamos perdiendo la verdad porque ello no nos permite reírnos de nosotros mismos, ni que otros lo hagan por nosotros», agrega.

SOCIEDAD ‘FAKE’.

De ahí que, según continúa, piense que la sociedad es un poco fake y que las personas «nos encontramos en un punto donde tenemos miedo a mostrarnos como somos». «El humor tiene un punto crítico que muestra las verdades más incómodas y creo que para un cómico es peligroso autocensurarse».

Por otra parte, el showman califica su trayectoria profesional de «algo extraña», pues antes de ser presentador y cantante, era únicamente imitador, lo que le hacía vivir «en tierra de nadie». Por ello, el hecho de que el Latre imitador haya podido estar en otras partes de la rueda del espectáculo le ha permitido conseguir su propia libertad.