La catedral de Ciudad Real ha acogido hoy la Función Solemne en la festividad de la Virgen del Prado, patrona de Ciudad Real. La misa, que ha comenzado a las 12.00 horas, ha estado presidida por el obispo de la Diócesis de Ciudad Real, Gerardo Melgar, y ha contado con la presencia de la alcaldesa, Pilar Zamora, y de concejales de la Corporación municipal. 

El acceso al templo se ha realizado mediante una larga cola que se alargaba casi hasta la Casa de Cultura. Al acceder a la basílica-catedral los fieles han recibido una porción de gel hidroalcohólico para lavarse las manos y se les medía la temperatura corporal, mientras que varios jóvenes orientaban a los recién llegados hacia los asientes disponibles.

La Misa Pontifical se ha desarrollado en este contexto de pandemia de coronavirus que afecta a la sociedad actual, por lo que el obispo ha hecho referencia a esta complicada situación tras indicar que "nosotros como hijos de una madre tan singular nos alegramos de su triunfo y de su glorificación porque es el triunfo y la glorificación de nuestra madre. Pero nuestra alegría no es solamente por solidarizarnos con ella y solidarizarnos con su triunfo, sino porque ella es la primicia, la primera de lo que nos espera a nosotros, es el anuncio de lo que estamos destinados todos y cada uno de nosotros, que un día también seremos glorificados como ella si somos capaces de ajustar nuestra vida y vivirla respondiendo positivamente a los planes de Dios sobre cada uno de nosotros". 

Ciudad Real celebra la misa en honor a la Virgen del Prado

"Celebrar a la Virgen como patrona es contar con ella como un modelo, el más auténtico de vida cristiana que podemos y debemos imitar en nuestra vida". "Durante toda esta pandemia hemos mirado a María y le hemos pedido su protección, le hemos pedido y le seguimos pidiendo que nos enseñe a seguir teniendo confianza y esperanza en el señor", ha indicado el obispo para agregar que "todos hemos podido haber sido testigos de tantas personas que cuando pasaban frente al camarín de la Virgen se paraban para rezarle y para encomendarle sus preocupaciones y dolores, pedir por ellos y por sus familiares, que lo estaban pasando mal por la enfermedad del virus e incluso por los que han fallecido para que interceda por su descanso eterno". 

La homilía del obispo estuvo precedida de las lecturas propias de la jornada en la que se celebra la Ascensión de la Virgen, del Apocalipsis, la Carta de Pablo a los Corintios y del pasaje de la visita de María a Santa Ana, del Evangelio de Lucas.

A la función religiosa también ha asistido el pandorgo y la dulcinea y sus damas, que depositaron sendos ramos de flores ante la patrona, el presidente y miembros de la Hermandad de la Virgen del Prado o de la Corte de honor de la patrona de la capital, así como de muchos vecinos que han querido honrar a la Virgen del Prado. La celebración de la solemnidad de la asunción de la Virgen María a los cielos ha estado marcada también por las medidas establecidas ante el COVID, como garantizar la distancia social y el uso de las mascarillas. El obispo ha impartido la bendición apostólica con indulgencia plenaria. La función religiosa en horno a la patrona de la capital ha finalizado en torno a las 13.00 horas.   

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