La serie a la que estás enganchado perjudica al medioambiente

Europa Press
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Las plataformas de streaming son responsables del 7 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de las tecnologías digitales. Solo Netflix tuvo un consumo energético directo de 94.000 megavatios-hora en 2019

La serie a la que estás enganchado perjudica al medioambiente

Ver una película en Netflix o HBO se ha convertido en uno de los pasatiempos favoritos hoy en día, sin embargo se trata de una práctica que conlleva también una serie de consecuencias negativas para el medioambiente debido al alto consumo de energía que usan las compañías tecnológicas para ofrecer sus servicios.

Como explica el estudio realizado por The Shift Project, las tecnologías digitales producen cerca del 4 por ciento de las emisiones de carbono a nivel global, "más que el transporte aéreo civil", señalan, y su impacto se incrementa un 8 por ciento cada año.

Y en conjunto (terminales, infraestructura de red y centros de datos), consumen el 55 por ciento de la energía. Es decir, el consumo de datos "es responsable de la mitad del impacto global de la tecnología digital", advierte el estudio.

El volumen de datos a nivel global está en constante crecimiento. Solo el 20 por ciento de este flujo se corresponde con el correo electrónico, webs, mensajería instantánea, almacenamiento de fotografías o incluso videojuegos. El resto del trafico global, no obstante, lo ocupa el vídeo.

El visionado de vídeos online generó en 2018 más de 300 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), es decir, el 1 por ciento de las emisiones del mundo, equivalente a las emisiones de gas de efecto invernadero de España en un año.

El 34 por ciento se corresponde con las plataformas de vídeos bajo demanda, es decir, servicios de streaming como Netflix o Amazon Prime, que son responsables del 7 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de las tecnologías digitales. Plataformas como Youtube o Dailymotion suponen el 21 por ciento del vídeo (4% de las emisiones), mientras que el porno representa el 27 por ciento (5% de las emisiones).

El impacto medioambiental está relacionado con el consumo energético que demandan estos servicios. Solo Netflix, con una base de 167 millones de usuarios a nivel global, en 2019 tuvo un consumo directo de 94.000 megavatios-hora (incluye la red de transmisión de datos, pero también las oficinas y los estudios), si bien el consumo indirecto, que incluye los servidores que apoyan su negocio, de compañías como Amazon o Google, asciende a 357.000 megavatios-hora, como recoge su último informe.