La Carta Arqueológica de Valdepeñas lo advertía, pero nadie podía imaginar la dimensión de los hallazgos y la trascendencia que tendrán para la arqueología de la época imperial romana en Castilla-La Mancha. La segunda fase de excavaciones ha revelado nuevas estructuras vinculadas a la bodega del siglo I, descubierta gracias a las obras de construcción de una rotonda para mejorar la seguridad vial en el paraje Baños de El Peral, a pocos kilómetros del casco urbano.

Su interés es tal que alrededor de 400 personas se acercaron hasta este paraje el pasado fin de semana para conocer los nuevos hallazgos. Este lunes fue el turno del alcalde, Jesús Martín, y la concejala de Cultura y Turismo, Vanessa Irla. El regidor reveló el descubrimiento de una vivienda anexa a la bodega, con uso hasta el siglo IV, en la que se atisba también la presencia de algunas termas. Subrayó, en este punto, que el Ayuntamiento no escatimará esfuerzos en los trabajos de excavación, con la incorporación de personal de los planes de empleo.

Jesús Martín es consciente de la lentitud de los procesos arqueológicos (puso como ejemplo el Cerro de las Cabezas), pero insistió en el potencial que presenta este yacimiento como recurso turístico, «más allá del valor patrimonial e histórico y de la identidad vitivinícola que da a Valdepeñas». Recordó, en este sentido, que está demostrado que en este territorio ya había viñas 400 años antes de Cristo y «ahora se pone de relieve su industrialización» con el descubrimiento de esta bodega.

Hallan una vivienda anexa a la bodega romana del siglo I - Foto: Rueda VillaverdeEl arqueólogo Tomás Torres relató algunos de los hallazgos en la segunda fase de excavaciones, financiadas por la Junta y el Ayuntamiento. Habló de varios tramos del nivel de suelo de la nave de las tinajas y la ampliación de la zona de procesado. Además, gracias al estudio de semillas y pólenes, obtendrán información sobre cómo interactuaban los habitantes de esta villa romana con el entorno más inmediato. Y con el análisis de residuos determinarán qué tipo de producciones vinícolas se almacenaban en esta bodega.

En este contexto, Domingo Fernández, de la asociación Orisos, explicó que la capacidad que tenía la zona de procesamiento de la bodega hace intuir el poder económico de los propietarios y de un recinto que estuvo en pie «hasta mediados del siglo V». Apuntó, igualmente, su relación con el entorno de El Peral y sus históricas aguas ferruginosas, que pudieron ser también aprovechadas por los moradores de estas tierras hace 20 siglos.

Más fotos: