La crisis manda en el tenso Debate sobre el Estado de la Nación

Agencias
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Las urgencia esconómicas y sus efectos en la inflación desbocada serán los ejes sobre los que girará desde hoy el examen a un Gobierno que anunciará nuevas medidas para la clase media y trabajadora

La Cámara Baja volverá a recuperar una tradición que, por diversas causas, no se había vuelto a celebrar desde 2015. - Foto: Zipi (EFE)

Después de un largo paréntesis de siete años el Congreso de los Diputados vuelve a albergar -desde hoy y hasta el próximo jueves- el Debate sobre el Estado de la Nación, un Pleno considerado tradicionalmente como la gran cita parlamentaria del año y que llega en un momento marcado a fuego por la crisis económica agudizada por la invasión rusa de Ucrania.

Será el vigésimo sexto debate de la democracia y la Cámara Baja será escenario durante tres días intensos del examen, con seguridad tenso y tirante, al que Pedro Sánchez someterá su gestión.

 Perfectamente conocedor de que atraviesa por uno de los momentos más delicados de su legislatura, el Ejecutivo socialista avanzó ayer que pondrá encima de la mesa un nuevo paquete de medidas anticrisis para intentar hacer frente a una inflación que se sitúa ya por encima del diez por ciento y ha puesto los precios de los alimentos, los combustibles y la energía en unos niveles nunca vistos. 

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, anunció que el presidente aprovechará su primer debate para lanzar un mensaje dirigido a la inmensa mayoría de españoles y más en concreto «a la clase media y trabajadora», que serán los destinatarios de estas nuevas acciones, que eludió precisar. Indicó también que esperan contar con el PP y conocer «con cierto rigor» qué proponen los distintos grupos para abordar la actual crisis. 

Fuentes de Moncloa apuntaron, no obstante, que estas medidas serán «de mucho calado» económico y social y se muestran convencidos además de que van a contentar a todo el conjunto de la ciudadanía y por tanto van a hacer que los socios de coalición salgan más fuertes de esta cita en el Congreso.

El Gobierno sabe que debe rebajar con urgencia la grave tensión inflacionista actual. Por eso, auguran que la intervención del presidente del Gobierno va a dar mucha fortaleza al Ejecutivo porque el objetivo es proteger y ampliar derechos de los ciudadanos a los que representan, que van a agradecer estas medidas.

Además, añadieron que las palabras de Sánchez van a aportar «un horizonte de profundidad» a la legislatura al marcar una clara hoja de ruta de lo que le queda por hacer al Gobierno de cara a contentar a la mayoría social.

El ejecutivo recela del PP

De cara al debate, el PSOE recela de un PP que aún no ha emitido señales sobre si va a dar su apoyo al decreto de medidas anticrisis que se convalida esta semana en el Congreso. A su juicio, la aproximación a este Pleno parlamentario del principal partido de la oposición no ha sido buena, porque están pintando un panorama económico catastrofista que, según creen, no se corresponde con la realidad.

La economía será la gran manzana de la discordia pero también tendrán su protagonismo como la inestabilidad del Gobierno, el caso Pegasus, el giro hacia Marruecos en la política del Sáhara, el bloqueo del Poder Judicial, la Ley de Memoria Democrática o las repetidas concesiones al secesionismo.