La UCLM estudia en Horcajo el COVID-19 en las superficies

Ana Pobes
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Con una esponja empapada en un líquido se rastrea la huella del virus en objetos y espacios públicos. El resultado atestigua que el virus permanece a pesar de las labores de desinfección

La UCLM estudia en Horcajo el COVID-19 en las superficies

Horcajo de los Montes está siendo el epicentro de una investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para estudiar el COVID-19 en superficies como ventanas, puertas o muebles de establecimientos públicos. Este pequeño municipio de algo más de 880 habitantes y ubicado cerca del Parque Nacional de Cabañeros sufrió a principios del mes de marzo un «fuerte brote» de coronavirus con «cuadros graves y severos» que provocó que más de 50 personas tuvieran síntomas de COVID-19 y que provocó el fallecimiento de tres personas y el ingreso de 18 más en el hospital. Cifras que conoce a la perfección Francisco Rodríguez del Río. Él es el médico de familia de Horcajo de los Montes desde enero de 2019 y reconoce que la «situación se nos iba de las manos» entonces.

Tres meses después de ese brote, Horcajo de los Montes «está ya libre de coronavirus» gracias al sistema que se impartió para «vigilar que no siguiera propagándose». Un sistema «sencillo», argumentó Rodríguez, basado en localizar a pacientes, familiares y contactos y «hacerles un seguimiento exhaustivo». Ahora, y tras un reportaje publicado a finales de abril en La Tribuna sobre las condiciones de trabajo del centro rural ubicado en un municipio azotado por la pandemia, la Universidad de Castilla-La Mancha centró su mirada en esta localidad para saber «si en superficies de espacios públicos o de domicilios de pacientes con COVID-19 se detecta aún el virus». Para ello, y por el momento, se han realizado 30 muestras en dos fases, de la que por ahora se conoce el resultado de la primera que atestigua que el virus permanece en la superficie a pesar de transcurso del tiempo. El resultado de la segunda oleada de muestras se iba a conocer ayer por la noche, pero al cierre de esta edición no había trascendido aún la información.

Con un método «extremadamente sencillo, económico y rápido» se ha podido captar el virus: con una simple esponja empapada en un líquido con el que se rastrea la huella del coronavirus en objetos y lugares públicos. Ese líquido es después analizado en los laboratorios de procesado de PCR de la Universidad regional de cara a saber si el virus permanece o no. Los primeros resultados han atestado que a pesar de las labores de limpieza y desinfección, el coronavirus persiste en distintas superficies como la de los pomos de las puertas. «De todo lo que se ha publicado nadie sabe exactamente la duración o la supervivencia del virus fuera del organismo», comenta Francisco Rodríguez del Río, quien que señaló que «el hecho de que se detecte significa que puede haber virus que por su complejidad sean más resistentes que otros». Por eso, insistió en que «detectar el virus en un domicilio es clave para que el resto de convivientes no se contagien». Y para que eso no ocurra, es «fundamental intensificar las labores de limpieza» para controlar la enfermedad y contener los contagios.

La UCLM estudia en Horcajo el COVID-19 en las superficies La UCLM estudia en Horcajo el COVID-19 en las superficies En la elaboración de este estudio participa el investigador del IREC, organismo perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha, Christian Gortázar; además de otro catedrático; el médico de familia Francisco Rodríguez del Río; además de la enfermera del centro de salud, un profesional del laboratorio y otro de la Universidad Carlos III, de Madrid. 

La UCLM estudia en Horcajo el COVID-19 en las superficies
La UCLM estudia en Horcajo el COVID-19 en las superficies