El 70 por ciento de los médicos que hicieron la residencia en Castilla-La Mancha se quedaron en la región al acabar la especialidad. Este dato es una muestra de la importancia que tienen las jornadas de puertas abiertas de los hospitales para retener el talento, algo clave en un momento de crisis de profesionales como el actual. El Hospital General Universitario de Ciudad Real celebró ayer la suya, tanto en forma física, como digital, subiendo a la web de docencia, carteles explicativos de cada especialidad.

Durante este día, los médicos residentes (MIR) que se encuentran realizando la especialidad, hablan con aquellos que hace unas semanas aprobaron el examen y que en abril deben elegir el área en el que se harán especialistas y también el hospital. Su objetivo es explicar cómo funcionan las guardias, qué trabajo realizan, qué aspectos son claves en el servicio, pero también cómo es la ciudad, el sueldo o las guardias, temas claves de cara a la calidad de vida cuando se hace la residencia, tras superar los seis años del grado de Medicina y el extra que implica llegar al examen MIR. Además, aquellos que lo solicitan pueden realizar un recorrido guiado por el área, para conocer las consultas y también a los que serían sus futuros compañeros.

Más de un centenar de futuros MIR estuvieron en la jornada de Ciudad Real y entre ellos llegado de Valencia estaba Germán Bixquert. Se encuentra en la posición 1.458 del MIR, en un puesto medio alto, por lo que ya sabe que podrá elegir lo que quiere, Cardiología y en algún hospital de Castilla-La Mancha. «Hablando con residentes de aquí me dio buena sensación», comentó Bixquert, quien en su recorrido también preguntó por la ciudad o la cercanía al hospital, en una ciudad donde se puede ir «andando». Quien le hizo de guía en su recorrido por consultas, la zona de hemodinámica o de imagen cardiaca, fue Pablo Soto, un madrileño MIR de segundo año que se quedó en Ciudad Real tras ver el servicio y las personas que conformaban el equipo.

Médicos residentes de la gerencia de Ciudad Real, Puertollano, Manzanares y Valdepeñas exponen en el hall los servicios a los futuros residentes. - Foto: Rueda VillaverdeDoble de residentes

La de ayer fue la quinta jornada de puertas abiertas presencial en el área y como novedad incluyó, además de la gerencia de Ciudad Real, a integrantes de Valdepeñas, Manzanares y Puertollano para atraer talento hacia sus residencias. «Incluso el residente de Medicina de Familia y Enfermería de Familia puede ir al centro de salud, donde se le enseña», indicó Marian Montero, jefa de Estudios de la Unidad Docente del hospital. Recordó que ya tienen 270 residentes, el doble que había en 2014. Montero apuntó que la jornada permite enseñar «lo que se hace, aparte de dar visibilidad al hospital», que tiene que competir con todos los centros sanitarios de España. «Muchas veces basta que la gente se acerque y la conozca para que la tenga en consideración», apuntó.

Como ejemplo, el año pasado, el primer MIR que eligió endocrinología en toda España, no optó por ninguno de los hospitales con más nombre de Madrid o Barcelona, eligió Ciudad Real. «Se informó aquí y vio un aspecto importante del servicio, la investigación» por lo que decidió venirse a Ciudad Real, ante la posibilidad que le brindaba. Además, todas las gerencias de Ciudad Real tienen el logro de que todas las plazas de medicina de familia se llenaran en el último concurso MIR, algo que no ocurrió en otras provincias. Para Montero, en este aspecto es clave los tres años, pero también la «calidad de vida» que tienen los residentes, en palabras de María Ángeles Ruiz, encargada de la docencia de medicina familiar, donde además destacó que es en provincias más pequeñas, donde se puede abordar con todos los matices la medicina comunitaria y rural.

La jornada de puertas abiertas no es solo para los médicos, también se acercaron ayer psicólogos y enfermeros, con el recuerdo de que la residencia en Enfermería es cada vez más amplia, alejada de las matronas, como única salida de hace años. Así lo indicó Rubén Bernald, encargado en Ciudad Real de la docencia a los enfermeros. «Ciudad Real es un lugar donde se pueden desarrollar personalmente y aprender y además la enfermería en esta comunidad vive un momento muy bueno, con plazas de especialistas en muchas áreas y creándose plazas». Bernald destacó también la parte investigadora, clave, porque permite a los residentes el desarrollo de su tesis, como ocurre en medicina.

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