Mantiene que su padrastro abusaba de ella; él dice que fabula

Pilar Muñoz
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Una menor sostiene que el acusado la sometía a abusos sexuales cuando se quedaban a solas en la vivienda familiar. Las acusaciones piden una condena de hasta 12 años de cárcel

El acusado, en el banquillo, en la primera sesión del juicio por abusos

Una menor mantiene en la Audiencia Provincial de Ciudad Real que su padrastro la agredía sexualmente y él sostiene que fabula o que actúa por celos u otras razones que no alcanza a entender. El juicio por los hechos denunciados hace cerca de cinco años comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Ciudad Real ante el Tribunal de la Sección Segunda con el interrogatorio al acusado, que responde a las iniciales J. U.T. y nacido en Bolivia hace 48 años.

La Fiscalía pide una condena de once años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales, que la letrada de la Acusación Particular eleva a 12. El encausado niega los cargos y ayer ante el Tribunal mantuvo que es inocente.

La menor también sostuvo su acusación respecto al hombre que fue pareja sentimental de su madre cuando ocurrieron los hechos entre los años 2016 y 2017. Entonces tenía ocho años y, según su testimonio, el acusado la sometía a abusos sexuales cuando se encontraba a solas con él en la casa familiar. La menor tardó en denunciar los hechos. Lo hizo a través de una educadora de la casa de acogida adonde fue llevada al asumir la tutela la Junta de Comunidades, que está personada en la causa como acusación. La denuncia se interpuso en el cuartel de la Guardia Civil de Miguelturra y poco después se hicieron cargo de las actuaciones agentes de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Manzanares.

El abogado Juan Aparicio, que defiende al procesado, considera que la menor ha incurrido en contradicciones en la primera sesión del juicio celebrado ayer en la Audiencia de Ciudad Real. Por el contrario, según el letrado, su representado siempre ha mantenido la misma versión. Desde el principio ha negado los hechos que se le imputan y no acierta a saber la razón, aunque cree que los celos pueden estar detrás.

La menor ha llegado a decir que todo era mentira. Luego, estando ya en la casa de acogida, cambió la versión, señaló el abogado del encausado. «Las pruebas no se sostienen», remarcó ayer en declaraciones a este diario tras finalizar la primera sesión del juicio.

Además del acusado y la víctima, prestaron declaración la madre de la menor, la hermana y su tía. También expusieron sus informes los guardias civiles que intervinieron en las actuaciones tras la denuncia de abusos sexuales, dos por videoconferencia y una agente en la sala de vistas.

Hoy está previsto que suba al estrado la educadora que denunció los hechos tras contárselo la hermana de la niña. Se da la circunstancia de que el ahora encausado «ha estado casado con la tía de la menor, ha mantenido relaciones con la madre y también parece ser que ha tenido una aventura con la hermana».

La defensa sostiene que la menor fabula en base a las pruebas que maneja como el testimonio de un pediatra que la examinó y que dijo que no había visto signo alguno de abusos o agresión sexual.

El juicio está señalado hasta el 6 de octubre. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, la víctima presentó con posterioridad a los hechos conflictos en la esfera sexual, dificultades en la identificación con su propio rol sexual, angustia y dificultades en la relación con el otro sexo, entre otras patologías.

Para la Fiscalía, los hechos denunciados en Miguelturra son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales a menor de ocho años. De ahí que considere que procede imponer al acusado una pena de 11 años de prisión, además de medidas cautelares de prohibición de comunicarse por cualquier medio con la víctima y de aproximarse a una distancia inferior a doscientos metros de su persona, domicilio, lugar de trabajo, centro educativo o cualquier otro lugar en que se encuentre por espacio de 12 años.