Prudencia y dudas ante el fin de las mascarillas en interiores

M. E.
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Los detalles del Real Decreto y su aplicación concreta sobre la no obligatoriedad de su uso en lugares cerrados mantiene expectantes a empresarios y responsables municipales

Varios clientes, en un establecimiento textil de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Este martes, el Consejo de Ministros aprobará un Real Decreto en virtud del cual la mascarilla dejará de ser obligatoria en los espacios de interior, con salvedades como los centros sanitarios, residencias, farmacias o transporte público. Un paso más hacia la normalidad que entrará en vigor un día después, mañana, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado, aunque rodeado de no poca incertidumbre y de mensajes de prudencia. ¿Habrá que ponerse la mascarilla para hacer la compra en el supermercado? ¿Y para ir al teatro? ¿Y en los gimnasios? ¿Y en los centros de trabajo? Las respuestas a estas preguntas aún no están demasiado claras, a la espera de una lectura detenida y analítica del texto de este esperado Real Decreto.

Desde el hipermercado E.Leclerc, su gerente, Juan Jiménez, confirmaba a este periódico que al igual que sus trabajadores tienen la orden de seguir protegiéndose con las mascarillas, al menos hasta final de mayo, «a los clientes no les podremos obligar a que se las pongan», como planteamiento general, aunque admite tener «muchas dudas» sobre los extremos de esta nueva medida de desescalada.

Por su parte, la gerente de la Asociación provincial de Empresarios de Hostelería, Cristina Miranda, apuesta por «no dar pasos atrás». «Habrá gente que prefiera mantenerlas, al igual que habrá clientes que ante la aglomeración de gente pretendan llevarlas. Llevarlas o no son posturas que son respetables», afirmaba a este periódico, recordando que para los empleados del sector, «los servicios de prevención de riesgos laborales, analizando la situación y los riesgos, tendrán la última palabra, para saber si es más recomendable seguir manteniendo la mascarilla o no». En este sentido, desde la Federación de Empresarios de Ciudad Real (Fecir) se aconseja seguir llevándolas en los centros de trabajo, por precaución, al menos de momento y a expensas de conocer datos sobre la evolución de la pandemia después de estos días vacacionales de Semana Santa.

espectáculos y gimnasios. Donde aún no tiene una postura clara es en el Ayuntamiento de Ciudad Real y en lo referente a espectáculos culturales en recintos cerrados, como podría ser el caso del teatro Quijano o el Antiguo Casino. El concejal de Cultura, Nacho Sánchez, admite que desde el Consistorio aún no han tomado una decisión, a la espera de conocer al detalle el Real Decreto que se aprueba hoy. «Vamos a esperar a que se publique para leer el texto, conocer los detalles y, a partir de ahí, tomar una decisión, sabiendo ya lo que podemos o no podemos hacer».

Es la misma postura que mantienen en el centro deportivo Go Fit, franquicia que ayer mantenía una reunión de ámbito nacional para analizar la nueva situación. En cualquier caso, el gerente del centro de Ciudad Real, Carlos Espadero, recordaba que «además de saber lo que dice el Real Decreto, esperaremos a saber de qué manera lo aplicará la comunidad autónoma, que es la que tiene la última palabra y la posibilidad incluso de endurecer las medidas». Por ello, no cree que el cambio en las normas para sus clientes vaya a ser de aplicación inmediata tras la aprobación del Real Decreto. Por su parte, en el centro de entrenamiento BZ55, que hasta la fecha obligaba a sus usuarios a utilizar la protección, lo tienen claro. «Para nuestros clientes no será obligatoria, pero los trabajadores las seguiremos llevando», anuncia su propietario, Miguel Lozano.