Diego Murillo

CARTA DEL DIRECTOR

Diego Murillo


La pedrea de los presupuestos

10/10/2022

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) provincializados o regionalizados, es decir, esa especie de pedrea de la lotería de Navidad que cada octubre, siempre y cuando no se prorroguen, se 'sortea' en el Congreso de los Diputados tiene menos interés para el ciudadano. Y aún menos este año. En primer lugar, porque eso de reflejar ciertas partidas para proyectos concretos en los territorios pocas veces o casi nunca se materializan. Es más un deseo que una realidad. Y, en segundo lugar, porque en esta ocasión, los ciudadanos querían saber la letra gorda de las cuentas de María Jesús Montero, es decir, cuánto menos o más hay que pagar en impuestos, toda vez que la inflación no deja de agujerar el bolsillo a la hora de ir al supermercado, encender la luz de casa o el gas de la calefacción. 
Ciudad Real se queda como estaba, en cuanto a la cifra total en el mayor esfuerzo de gasto y de inversión de los últimos gobiernos de España. Tendremos que esperar a que se hagan realidad proyectos olvidados como la A-43. En este caso, se hace guiños constantes a Puertollano, por su variante ya anunciada hace tiempo, la nueva Comisaría de la Policía Nacional y el corredor ferroviario que une a la ciudad industrial con Mérida. Sin embargo, poco o nada se dice para la renovación de la N-430, a excepción de la variante de Piedrabuena. Las cuentas de Estado salvan por la campana a Pilar Zamora que, de alguna manera, verá cumplida parte de su Plan 2025 aunque solo sea sobre el papel en los compromisos del Estado con la capital. Hace tiempo un dirigente importante en la provincia, por aquel entonces en la oposición, me dijo que eso de las partidas en los presupuestos en determinadas infraestructuras (dícese autovía a Toledo, A-43, variante Fuente el Fresno…) son papel mojado. Han pasado ya más de diez años y efectivamente: ni una máquina ha entrado en esas carreteras. Otro juego al que son muy dados los diputados nacionales cuando no hay infraestructuras estrella para la provincia en los PGE es defender la inversión y el gasto social por habitante. En cierta manera es real, pero no es distinto al de otros territorios. Tiran de argumentario dependiendo de las directrices del partido. Siempre he echado en falta que esa figura que nos representa en las Cortes Generales se partiera el pecho por su provincia ante demandas históricas independientemente de quién gobierne en ese momento. No digo que se rebelen ni que se salgan de la disciplina de su partido, pero seguro que existen negociaciones, presiones e iniciativas internas para hacer ver la necesidad, la precariedad y la falta de oportunidades que padecen regiones con menos posibilidades. Reconozco que el sistema de listas cerradas frena cualquier intento de alzar la voz ante unos líderes que solo quieren halagos y cero críticas. En estte sentido vemos a los mismos en las papeletas de voto con poco currículum político, y últimamente sin apenas trayectoria en la administración o en la empresa privada. Un contraste con aquellos representantes de los albores de la transición. No es de extrañar que en regiones realmente golpeadas por el olvido y menos maniatadas al férreo control de los líderes políticos surjan movimientos regionalistas propios. Aquí ni eso. Por eso cuando llegan los presupuestos, solo nos queda las migajas de la pedrea, porque el Gordo, como en Navidad, nunca llega a Ciudad Real.