Sin tiempo para el descanso, el Villarrubia viaja este sábado a Illescas para afrontar una nueva cita liguera en la que será, sin duda, un claro ejercicio de supervivencia (17 horas. Arbitraje de García Carpintero). Y es que la Copa pasó factura hasta un punto importante. Ya no por la derrota, que dolió y mucho después de nadar para morir en la orilla, sino por la plaga de lesiones y dudas que hacen que la plantilla blanquiazul llegue entre algodones al encuentro.

En este sentido, Aroca cuenta con las bajas hasta última hora de Roy, Socorro, Vera, Julio Insa y Samuel, todos ellos con diversas dolencias. El resto, sobrecargado, llegará a la cita con la gasolina justa que requiere este encuentro.

Enfrente estará un Illescas que viene de dar la sorpresa en el campo del Quintanar del Rey y que se ha posicionado en las posiciones altas de la tabla. El equipo de Pablo Nozal ha sufrido este año algunos retoques, pero sigue teniendo esa exigencia de equipo intenso y correoso. Además, Villarrubia e Illescas ya saben lo que es verse las caras después de medirse en la Copa RFEF, donde los de Aroca salieron victoriosos.

"Toca cambiar el chip y centrarnos en la liga. Es cierto que el equipo llega muy cansado y con una carga de partidos y de minutos muy importantes. Hemos intentado dosificar los esfuerzos en los entrenamientos, pero es cierto que llegamos a este partido con muy poco margen de preparación como nos pasó la semana pasada ante el Manchego. Confío en mis jugadores y sé que cuando salten al campo el cansancio pasará a un segundo plano, pero el esfuerzo está ahí. Por eso, esperamos un partido muy duro, ya no por el rival, que lo conocemos bien, sino por nosotros mismos. A partir de ahí, utilizaremos nuestras armas para intentar traernos algo positivo, volver a la rutina y centrarnos solamente en la liga", explicaba Miguel Aroca en la previa del encuentro.