Los nacimientos caen por tercer año y alcanzan su mínimo

R.Ch.
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Ciudad Real registra apenas 3.600 partos, un 30% menos de los que se producían hace una década, mientras que los mayores de 65 años suponen ya casi el 20 por ciento del total de la población

Los nacimientos caen por tercer año y alcanzan su mínimo - Foto: Rueda Villaverde

Ciudad Real contabilizó en 2018 la cifra más baja de nacimientos desde que el Instituto Nacional de Estadística, el INE, anota la población que nace en cada provincia de España, esto es, desde 1975. En total, se contabilizaron 3.673 alumbramientos, lo que supone que Ciudad Real ha pasado de dar la bienvenida a 20 bebés al día que llegaban al mundo a mediados de los 70 a apenas 10 en 2018.

La crisis demográfica que azota a la provincia y a la llamada España vaciada tiene en esta estadística del INE uno de sus principales ingredientes. El pasado 2018 fue el primer año en el que Ciudad Real registró menos de 4.000 nacimientos y de los últimos diez años, la natalidad se ha reducido en nueve, un 30 por ciento en esa década, tras el boom de los cheques bebés del Gobierno de Zapatero. En el conjunto de España son 25 provincias en las que, como en Ciudad Real, los nacimientos marcan mínimos históricos: siete de las nueve provincias de Castilla y León, siete de las ocho provincias andaluzas, las dos extremeñas, tres de las cuatro gallegas y tres de las cinco castellano-manchegas, todas menos Guadalajara y Toledo, que aunque retroceden en cuanto a sus nacimientos, aguantan mejor ese desplome de la natalidad que en el conjunto del país retrocede hasta en un 40 por ciento en apenas una década.

El descenso de la natalidad registrado en 2018 deja también más titulares en el ámbito provincial: Ciudad Real es la undécima provincia de España donde más caen los nacimientos y la tasa bruta de natalidad, esto es, el número de nacimientos por cada 1.000 habitantes, es la más baja también de toda la serie histórica, con menos de 7,5 nacidos por ese millar de ciudadrealeños. A mediados de los años 70 esa tasa estaba por encima de 15 y ahora por primera vez está por debajo de los ocho nacidos.

El mismo defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, pidió ayer aumentar las políticas de conciliación para luchar contra el descenso de la fecundidad, tras conocer la última Encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre población. Según explicó, «hay que estar preparados para adoptar un conjunto de reformas institucionales, económicas y sociales que sean capaces de corregir la bajísima tasa de fecundidad en España», mientras que desde el Foro de la Familia hablaban de una estadística «realmente aterradora» y abogaban por «recuperar y proteger las instituciones del matrimonio y la familia para revertir la situación».

Desde el INE se apunta que este descenso se debe, «en parte, a la disminución del número de hijos por mujer. Pero también a la reducción en el número de mujeres en edad de ser madres». Así, el grupo de mujeres de 25 a 40 años se reduce en una tendencia a la baja a la que el INE pone fecha, 2009, «y que se debe a que ese rango de edades está formado por generaciones menos numerosas nacidas durante la crisis de natalidad de los 80 y la primera mitad de los 90». En la provincia, la edad media a la que las madres tienen su primer hijo roza ya los 31, cuando hace una década no llegaba a los 29 y hace dos, estaba en 25 años.

Una crisis producto de otra crisis que tiene repercusiones para provincias como Ciudad Real donde pese a que el número de defunciones no está precisamente entre los más altos de la historia, la brecha entre los nacimientos y los fallecimientos es la más grande de la historia. El crecimiento vegetativo marca su séptimo año de números rojos que se traduce en una pérdida de población cuando lo habitual, hasta mediados de los años 90, era que Ciudad Real ganara vecinos porque nacía más gente de los que morían. Desde entonces se abrió una racha de ocho años que arrojó un crecimiento vegetativo negativo de 3.200 personas; ahora, en los últimos siete años, el crecimiento vegetativo negativo ha restado ya más de 6.600 vecinos a la provincia.

Así, cada vez menos gente vive en Ciudad Real y encima, los que viven en alguno de los 102 municipios de la provincia son cada vez más viejos. El INE también presentó ayer cifras como la del índice de envejecimiento, que pone en relación la población menor de 16 años con los mayores de 65. Nunca antes la diferencia en favor de estos últimos fue tan grande: por cada 100 menores de 16 años hay ya casi 130 en edad de jubilación. No en vano, Ciudad Real es una provincia que envejece año a año. La edad media de los ciudadrealeños alcanza ya los 43,5 años; en 1975 Ciudad Real era una provincia de treintañeros, con una edad media de 33,7 años.

Y por edades, el INE hace otro ejercicio: destacar la proporción de personas que hay de cierta edad en el conjunto de la sociedad y ahí, los mayores de 65 años también marcan cifras de récord. Nunca antes ha habido en la provincia un porcentaje mayor de personas que superasen la edad que marca el tradicional inicio del periodo de jubilación, donde están ya casi dos de cada diez ciudadrealeños. La noticia preocupante es que tampoco hubo nunca antes tanta gente que superase los 70 años, los 80, los 85, los 90 y los 95 años, mientras que el porcentaje de centenarios en la sociedad ciudadrealeña, el 0,02 por ciento del total, es el segundo más alto de toda la serie histórica de la provincia.