El cineasta ciudadrealeño Rafa Arroyo ya tiene en sus manos el praxinoscopio que le acredita como el responsable del Mejor Documental de Castilla-La Mancha, obtenido en el Festival de Cine Español Emergente (Fecicam) y que no pudo recoger en su momento en el acto de entrega de premios. El motivo fueron obligaciones laborales que le mantuvieron en Madrid como director de fotografía en el sector publicitario.

Arroyo obtuvo este galardón de la mano de Trazos del alma, un cortometraje que cuenta la historia de su madre, de sus heridas y su sanación, que ya le ha valido seis premios en varios certámenes en España y Colombia, como el del Festival Corto de Ciudad Real y el pasado mes de septiembre su selección para los premios Goya 2023.

El proyecto arrancó en 2020, durante la pandemia, cuando su madre, María José, perdió a una amiga que había sido su mayor apoyo, pero no pudo despedirse de ella por el decretado bloqueo de acceso a actos funerarios.  A partir de ahí empezó a contar a su hijo diferentes episodios de su vida. «En aquel tiempo mi madre estaba en un momento muy delicado, pero yo creía que era una forma de acercarme a ella», comenta. Eso le sirvió de inspiración para un documental cargado de humanidad.

Arroyo reunió un material ingente en dos discos duros de grabaciones que ha comprimido en 13 minutos de cortometraje documental. En este sentido, reconoció que hay momentos que «ha dolido dejar fuera», pero también tenía claro que tenía que ceñirse a los tiempos establecidos para la película.