Un tercio de los ayuntamientos ciudadrealeños inició el segundo semestre del año sin aprobar aún el presupuesto municipal de 2020. Los últimos en hacerlo, 11 desde que el Ejecutivo central decretó el estado de alarma por la crisis sanitaria, han aprovechado para incluir en sus cuentas partidas específicas para combatir los efectos económicos y sociales nocivos derivados de la pandemia de COVID-19. Los gobiernos más madrugadores, por su parte, se han visto obligados a reestructurar el documento aprobado en su día en sesión plenaria a base de modificaciones de crédito. A fecha de 31 de mayo, todavía había 37 ayuntamientos sin aprobar el presupuesto para el presente ejercicio. La mayoría son pequeños municipios, pero hay excepciones como las de Pedro Muñoz, Membrilla, Almadén, Calzada de Calatrava, Porzuna y Viso del Marqués. Algunos gobiernos municipales han hecho sus ‘deberes’ durante el estado de alarma. Son los casos de Santa Cruz de Mudela, Llanos del Caudillo, Argamasilla de Alba, Daimiel, Albaladejo, Aldea del Rey, Horcajo de los Montes, Saceruela, San Carlos del Valle, Navalpino y Almagro, además de la entidad de ámbito menor de El Hoyo. Hay que recordar que el Ayuntamiento de La Solana trabaja con el presupuesto prorrogado de 2019, ya que la oposición en bloque tumbó en Pleno el proyecto presentado por el equipo de Gobierno de Luis Díaz-Cacho. Albaladejo aprobó sus cuentas a mediados de mayo, dos meses después de la entrada en vigor del estado de alarma, tiempo suficiente para poder incluir en el documento definitivo partidas dirigidas a los sectores más afectados por la pandemia. Unas cuantías, apunta su alcaldesa, Elena Castillo, que «seguro que habrá que ampliar bastante en los próximos meses en función de las necesidades de los vecinos». El Ayuntamiento ha suprimido la tasa de terrazas y pondrá en marcha una campaña para «seguir apoyando al comercio local», entre otras iniciativas. También prevé ampliar las partidas destinadas a combatir los efectos del COVID-19 el Ayuntamiento de Aldea del Rey, que ha modificado cuatro ordenanzas fiscales para «amortiguar el golpe de la situación económica que se avecina». Así lo asegura su alcalde, José Luis Villanueva, que explica que existen dos líneas de ayuda diferenciadas, una para autónomos, empresas y pymes y otra de emergencia social. Se ha creado además una comisión para su gestión con la presencia de representantes de los tres grupos políticos. El presupuesto de Saceruela es más humilde, pero también se han podido incluir partidas para hacer frente a la crisis económica y social provocada por la pandemia. En concreto, el Ayuntamiento destinará a este fin el 20% del superávit logrado el pasado ejercicio y el dinero de actividades, como la Ruta de Guadalupe, que no se pueden llevar a cabo por el estado de alarma. El alcalde, José Fernández, hace hincapié en que también están colaborando con la empresa que presta el servicio de ayuda a domicilio con la compra de material de protección. Otro de los ayuntamientos que ha aprobado sus cuentas municipales durante el estado de alarma ha sido San Carlos del Valle, que ha reforzado la partida de emergencia social y el plan de empleo local que convoca cada año para complementar los del resto de administraciones públicas. «Este año, por las circunstancias, habrá que contratar a más gente», subraya su alcalde, José Torres. Como ya ocurrió en 2019, el Ayuntamiento de Almadenejos fue el más madrugador de la provincia a la hora de aprobar el presupuesto. También hicieron pronto los deberes en Miguelturra y Puertollano que, al igual que la Diputación de Ciudad Real, iniciaron el 2020 con las cuentas listas para su ejecución. En total, la eatim de Cinco Casas y 32 municipios aprobaron sus presupuestos en sesión plenaria antes de que finalizara el pasado ejercicio, es decir, casi un tercio de las localidades ciudadrealeñas, entre las que se encuentran Tomelloso, Alcázar de San Juan, Valdepeñas, Campo de Criptana, Terrinches, Villarta de San Juan, Picón, Luciana, Poblete, Herencia, Brazatortas, Montiel y Torre de Juan Abad.