El pasado miércoles se publicó el real decreto por el que se establecen las enseñanzas mínimas del Bachillerato en la nueva Ley Educativa. Se publicó a días de las vacaciones de Semana Santa y de que, en teoría, empiece la inscripción de alumnos en ese nuevo Bachillerato. En Castilla-La Mancha, según apuntaron directores de centros, estaba prevista la apertura del plazo del 20 al 30 de abril. «Los plazos están ajustados», comentaron desde un centro de la capital, señalando que no se trata de tiempos justos para que los estudiantes decidan el Bachillerato a cursar, sino también para que se publique el decreto de Castilla-La Mancha, el documento que necesitan los profesores de la región para crear las nuevas programaciones surgidas de la Lomloe. «Habrá que echar horas extras», comentaron con un recordatorio a que el mes de julio es un periodo hábil para los profesores. Estas son algunas reflexiones para documentar unos tiempos muy justos para llegar a septiembre con los deberes hechos y arrancar el primer curso de la nueva ley educativa.
Así, lo apuntó, por ejemplo, la presidenta de ANPE en Ciudad Real, Mónica Sanchez de la Nieta, quien señaló que se trata de una situación sobre la que reflexiona toda la comunidad educativa, incluidas también las editoriales, pendientes de los contenidos para los libros de texto. Sánchez de la Nieta dijo que estos cambios afectan a los cursos impares, primero de Bachillerato, y que lo importante es que «se publiquen cuanto antes los decretos de Castilla-La Mancha», para que sea cada centro el que decida cómo se gestionará las optativas.
«Estamos a tiempo si publican rápidamente», dijo la presidenta de ANPE. De hecho, señaló que lo normal es que la Consejería convoque pronto, ya que se lleva tiempo trabajando en esos decretos. «Los centros están nerviosos porque estamos en abril, empezamos las vacaciones de Semana Santa y el curso escolar está casi acabado».
Mientras el coordinador regional del sindicato STE y representante del Consejo Escolar del Estado, Fernando Villalba, explicó que lo que se publicó la pasada semana son las enseñanzas mínimas y apuntó que ha habido malas interpretaciones, informando que faltaban contenidos, cuando esos temas, por ejemplo de historia, se encuentran recogidos en otra normativa y se seguirán impartiendo. La clave del cambio en la Lomloe, explicó Villalba, se encuentra en el método de evaluación. Si antes se hacía el examen de los reyes Godos, se pedía una lista de memoria y explicarla. El cambio ahora está en «saber hacer», lo que implica, a modo de ejemplo, dar un libro de instrucciones y que el examen sea «poner en marcha» un equipo electrónico. «El mayor problema no lo veo en las familias, sino en el profesorado, que tiene que cambiar toda la programación y hay cambios de calado», señaló Villalba, recordando que será una labor a realizar en cuanto se dé a conocer el decreto regional.
centros. Los centros esperan poder trabajar con el borrador que elabore la Consejería de Educación. Se trata de un documento que se debatirá por el Consejo Escolar de la región, primero, y después en mesa sectorial, antes de aprobarse al completo, lo que se espera para finales de mayo o junio. Si cuentan con el documento antes podrán avanzar algo de contenido, si no los profesores se tendrán que poner en plena evaluación a desarrollar la programación, usar julio y ese mes de septiembre, de inicio del curso. «La Consejería no tiene ninguna responsabilidad, el problema es que el Ministerio ha sacado el decreto en estos tiempos», indicaron desde los centros. «Somos conscientes de que nos va a tocar hacer horas extras», explicaron.
Con todo, de cara a las familias apuntaron que las claves del nuevo Bachillerato son similares, tanto para el que quiera hacer Ciencias, Letras o Arte, la duda puede surgir con el Bachillerato General, donde la recomendación será que los estudiantes que quieran cursarlo pidan más de un instituto, ya que puede que no se imparta en todos, en función de los alumnos. «Se habla de 15 estudiantes para que se imparta», comentaron.