La iglesia de Santiago ha realizado una nueva inversión para mejorar el templo con una intervención en su campanario, que necesitaba de una actuación desde hace varios años tanto en la parte visible, las campanas, como en la técnica, ya que se encontraba estropeado el sistema para que sonaran. Se trata de unos trabajos que se han realizado a lo largo de semanas y que han concluido ahora. Una grúa en la plaza de Santiago ha permitido subir las campanas y trabajar tanto desde el exterior como desde el interior del templo para ultimar la colocación de los nuevos elementos.

El párroco de la iglesia de Santiago Apóstol, Isidro García-Consuegra, señaló a La Tribuna que los trabajos han consistido en la sustitución del cuadro, el elemento encargado de distribuir «los toques desde abajo», un sistema de martillos que hacen que suenen las campanas en lo alto y que llevaba «dos años roto» sin que se hubieran realizado hasta ahora los trabajos. En cuanto a las campanas, una de ellas es una pieza completamente nueva, realizada en hierro forjado para el campanario de Santiago. La otra que se ha instalado es la misma que ya tenía el templo y que se encontraba estropeada, indicó el párroco.

Ayer se pudieron ver los últimos trabajos en el campanario por parte de los técnicos de una empresa contratada para fijar tanto la campana nueva como la que ha sido reformada. Igualmente se probaron los distintos elementos, volteando las campanas por la mañana, para comprobar que no había elementos sueltos, por lo que falta que vuelvan a repicar en las llamadas al templo para completar la reforma.

Los trabajos han supuesto una inversión de unos 10.000 euros para el mantenimiento del templo y se han realizado con cargo a las partidas de la parroquia y se suman a la inversión cercana a los 180.000 euros que hizo también la parroquia, con sus fondos, para la reforma del solado de la nave y los elementos técnicos. Con la mejora del campanario finalizan las actuaciones previstas en el templo, que comenzaron en febrero de 2019 con esa intervención del solado y que cerró la iglesia durante meses hasta el pasado junio, cuando reabrió sus puertas al culto.