«Hay más casos de ansiedad, de depresión y de intentos autolíticos» en el aula, no se trata de datos cuantificables, pero sí de una sensación con la que viven los orientadores de la educación pública de Castilla-La Mancha. Su presidente, Sergio Carretero, explicó que hay más «frustración y un aumento de las problemáticas» que tienen relación con la salud mental y que no existe solo en la Secundaria. «Los orientadores de centros de Primaria están viendo cosas que no veían en edades tempranas», comentó en conversación con La Tribuna de Ciudad Real.
Hoy los orientadores se reúnen en la Facultad de Educación, en unas jornadas para mejorar su trabajo de cara a la nueva ley educativa, la Lomloe y en la que también se abordarán estas situaciones. Se trata de una preocupación generalizada en el mundo educativo, sobre todo después del caso de las dos gemelas de Sallent (Barcelona) y la publicación por la Consejería de Educación hace unas semanas de su Plan Estratégico de Inteligencia Emocional y Bienestar Socioemocional.
«Se toma más conciencia» de este problema, señaló Carretero, que viene tiempo alertando sobre la necesidad de destinar más recursos para atajar estos problemas de salud mental en los centros educativos. «En mi instituto hay 750 alumnos y un orientador», hemos solicitado más recursos, pero no se trata solo de orientación, en opinión de Carretero, ya que hacen falta más psicólogos y una serie de servicios públicos que se alineen en el desarrollo de esas propuestas que se están lanzando ahora. «Es importante que haya un abordaje conjunto» porque «los recursos son clave, pero también el enfoque preventivo y el conjunto desde varios sectores».
El problema, en su opinión, no ha venido solo por la pandemia y el aislamiento que supuso el tiempo confinados. El COVID ha sido una gota más en un vaso que se ha ido llenando con el paso del tiempo. «Los adolescentes tienen más cargas y menos recursos para afrontarlas». Como ejemplo, explica que hay una mayor exigencia que les llega por multitud de ámbitos como las redes sociales, por la imagen, las actividades escolares y extraescolares, que se unen a una sociedad más individualista en la que las relaciones personales son cada vez menores. «Al final se acaban generando más problemas sociales» y se pide a los centros educativos que atiendan todas las situaciones que llegan desde los problemas emocionales a los económicos o la salud y, a la vez, que haya una atención a la diversidad en los centros educativos que hasta ahora no existía. «Aun así intentamos hacer lo que podemos», indicó Carretero, quien recuerda la importancia de plantear soluciones a largo plazo, como hace el plan regional, pero al que cree que le faltan más recursos.
Pese a todas las situaciones nuevas que ven, Carretero, señala que no hay casos de tanta gravedad como el ocurrido en Cataluña, aunque sí que existen muchos intentos de autolisis conocidos, lo que da el mensaje que «esto se puede prevenir» y esa es la clave con la que se puede trabajar en el aula, antes de que ocurran hechos tan graves.