Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


La derecha que España necesita

04/04/2022

El Partido Popular cierra en Sevilla la etapa más agitada desde su fundación. Pasa con decisión la espesa página protagonizada por Pablo Casado y su número dos, Teodoro García Egea, empeñados en desintegrar el liderazgo ya consolidado de Isabel García Ayuso, y se adentran con sensatez y decisión en una nueva aventura, que esta vez se pretende definitiva. La tormenta quedó atrás. Los populares han consagrado a Alberto Núñez Feijóo como el líder que habrá de conducirlos de nuevo por el camino de la Moncloa. El PP es un partido de Gobierno y así lo ha demostrado. Es partido de gestión, de eficacia, de consolidación de una forma de entender la política y la sociedad al estilo de cómo se conduce Europa. El desafío es imponente.
El recién aclamado presidente está dando unos pasos sensatos y comedidos en el estreno de su cometido. Para empezar, ha rescatado un tono prudente y maduro a sus intervenciones, ha fijado su apuesta en la derrota de Sánchez y ha obviado todo tipo de tensiones y disputas con Vox, algo que su predecesor no supo concretar. También ha diseñado un esqueleto muy sólido para la formación, con un equilibrio de poderes entre la pujanza andaluza, con la designación del muy operativo y hábil Elías Bendodo como número tres y con una reverencia al pasado al designar a Cuca Gamarra (sorayista, casadista y marianista) como su mano derecha en la función de secretaria general. No faltaron, naturalmente, las presencias de José María Aznar y Mariano Rajoy para avalar este momento decisivo en el que se adentran.
Naturalmente ha mostrado deferencia y atención preferente a Isabel Díaz Ayuso, posiblemente la figura más aclamada en el cónclave de Sevilla, a quien ha dedicado el nombramiento en la cúpula popular de alguno de sus fieles. En suma, ha sabido perfilar sus fuerzas con un equipo poderoso, que no provoca rechazos, que satisface a todas las familias y, lo más importante, que se mantendrá fiel a su líder siempre y cuando no se incurra en disparates.
Feijóo muestra claridad de ideas y de proyecto. España necesita una derecha potente y con claridad de ideas para afrontar su etapa más complicada de los últimos años. Una situación económica catastrófica requiere un Gobierno firme y sensato. Urge un cambio en el Ejecutivo y, desde luego, se precisa más que nunca una respuesta decidida e inteligente a la incontenible amenaza que se cierne sobre nuestro país. Feijóo parece tener el fuste necesario para superar este vendaval de despropósitos que ha consumado el equipo socialcomunista que se encaramó en la Moncloa hace ya demasiado tiempo. La campaña para el relevo en el poder acaba de empezar.