El sector del comercio quiere que se realice un informe del impacto económico que tendrá la futura implantación de la Zona de Bajas Emisiones. El objetivo es que, ahora que se ha echado el freno al desarrollo de esta zona, el Ayuntamiento se ponga manos a la obra para analizar la incidencia que puede tener en los negocios del centro. «No puede ser que sea un centro muy bonito, pero que cierren los negocios», explicó el presidente de PymeReal, José María Ruiz.  

Así lo han venido trasladando conjuntamente desde PymeReal y desde la Plataforma el Centro Sobremuriendo al Ayuntamiento y «a los grupos de la oposición que han querido reunirse con nosotros», a quienes les han reclamado que la futura Zona de Bajas Emisiones esté «adecuada a la realidad de la ciudad», que no tiene «nada que ver con otras como Venecia o Madrid», dijo en referencia a algunos ejemplos que se han señalado por parte del equipo de Gobierno. 

Ruiz señaló que los comerciantes quieren ser «parte de la solución, no del problema» y por eso se ofrecen a rediseñar un proyecto en el que se evalúen aspectos como el impacto de las emisiones contaminantes, con un estudio específico de la situación que presenta la ciudad, o el tamaño que debe abarcar esta área en la que no se permitirá la entrada de los vehículos más contaminantes. 

«Que sea de rondas hacia adentro quizás no tiene sentido en Ciudad Real», dijo señalando a su vez la necesidad de que se dote previamente de los aparcamientos necesarios al centro y a las zonas colindantes a la ronda para evitar que una vez que entre en vigor la Zona de Bajas Emisiones se generen problemas de estacionamiento, lo que provocaría «que mucha gente dejara de acudir y que cierren negocios». 

Por esta razón, el comercio local quiere que se apliquen las recetas necesarias antes de que aparezca una herida que puede 'desangrar' la economía de la ciudad, sobre todo, dijo, teniendo en cuenta el gran peso que tiene el sector servicios en la ciudad. 

Para los comerciantes también es clave analizar aspectos como la moratoria para los vehículos más antiguos, así como establecer una serie de «bonificaciones» que permitan hacer frente al desembolso que podría tener la renovación de los vehículos. Además, considera que se debe «salvaguardar el reparto» de la carga y descarga para los negocios del centro. 

«Queremos que se tenga en cuenta al comercio», dijo Ruiz, al tiempo que comentó que si bien es una directiva que tiene fondos de Europa y a la que obliga la ley para los municipios de más de 50.000 habitantes, es posible «adaptarla» a las particularidades que tiene Ciudad Real y sobre todo evitar que conlleve el cierre de negocios.