El origen de los gobiernos civiles se remonta a la Constitución de Cádiz de 1812, que encomendaba el gobierno de las provincias a un jefe superior nombrado por el rey para cuidar de la tranquilidad pública, del buen orden y seguridad de las personas y sus bienes, del cumplimiento de las leyes, y en general, de todo lo que pertenece al orden público y prosperidad de la provincia.
En 1834, los titulares de este cargo pasaron a denominarse gobernadores civiles de la provincia, nombre que ha pervivido hasta la época reciente. Durante el franquismo la figura de los gobernadores civiles cobró una especial relevancia, tuvieron competencias en todos los órdenes de la Administración dentro del ámbito de su provincia: fomento en general (agricultura, industria, comercio, montes, obras públicas, etc.) beneficencia, sanidad, cultura, espectáculos y diversiones públicas, caza, pesca, administración local, policía, instrucción pública, moralidad, etc.)
A partir de 1977 su dependencia orgánica pasó a ser del Ministerio del Interior y con el desarrollo de las autonomías, los Gobiernos Civiles fueron perdiendo competencias, hasta llegar a una ruptura radical con todo el sistema seguido hasta entonces para esta parte de la administración. Pasaron a convertirse en órganos de la Delegación del Gobierno en cada comunidad, cambiando el nombre de gobernador civil por subdelegado del Gobierno, dependiendo su nombramiento del delegado del Gobierno en la comunidad autónoma correspondiente. Perdieron el carácter político que hasta entonces habían tenido, lo que se manifestó en la elección de su titular, pues a partir de entonces será un funcionario de carrera.
Los orígenes de la Subdelegación del Gobierno - Foto: Rueda VillaverdeEn Ciudad Real, la sede del Gobierno Civil ha estado ubicada en diferentes inmuebles: desde 1895 hasta 1947, cuando fue devastado por un incendio, estuvo situado en la planta alta del edificio de la Academia General de Enseñanza, en la calle Caballeros, 3. El Gobierno Civil, ante este incidente, trasladó su sede al edificio de la Diputación Provincial.
El gobierno de la nación estuvo haciendo gestiones con el fin de buscar una sede propia y estable para el Gobierno Civil de la provincia. En esta época, el antiguo mercado Nuestra Señora del Prado, situado en la actual plaza de Cervantes, había sido demolido al inaugurarse el nuevo mercado de la calle Postas. Tras un periodo de negociaciones, el Gobierno de la nación y el Ayuntamiento, llegaron a un acuerdo en el sentido de construir un edificio de nueva planta en el solar resultante de la demolición del mercado, con el fin de destinarlo a sede del Gobierno Civil.
El nuevo edificio fue proyectado por el arquitecto Ricardo Magdalena Gayán (Madrid, 1913 –1989), nieto del reputado arquitecto modernista Magdalena Tabuenca e hijo del también arquitecto Ricardo Magdalena Gallifa. El edificio de la actual Subdelegación del Gobierno consta de dos alturas y está precedido de una amplia escalinata en curva que da acceso a la entrada principal. En su fachada destacan como elemento arquitectónico vertical las seis columnas situadas en su parte central y el balcón corrido de la segunda planta. El edificio fue inaugurado en enero de 1957 por el gobernador civil de la época, José Utrera Molina.