Peritos desarman la tesis defensiva de la alcaldesa

Pilar Muñoz
-

Los peritos judiciales aseveran ante el Tribunal de la Audiencia Provincial de Ciudad Real que el filtro verde es «incapaz de hacer frente a la depuración de las aguas residuales del municipio»

Peritos desarman la tesis defensiva de la alcaldesa

Argamasilla de Calatrava «no tiene un sistema de depuración eficaz» y las aguas residuales brutas vierten al río Tirteafuera, una zona que goza de protección. «No hay un uso racional del terreno buscando la máxima eficacia como sistema de depuración» y el filtro verde «es incapaz de hacer frente a la depuración de las aguas de un municipio como Argamasilla de Calatrava con casi 6.000 habitantes». Así lo han afirmado los peritos judiciales y el ecotoxicólogo forense en la exposición de sus informes ante el Tribunal de la Sección Primera que enjuicia esta semana los hechos denunciados en 2014, que han sentado en el banquillo a la alcaldesa y los dos concejales de Medio Ambiente entre los años 2011 y 2019. La fiscal delegada de Medio Ambiente, Arancha Vinuesa, pide una pena de tres años y medio de cárcel por un presunto delito contra los recursos naturales y medio ambiente en relación con unos vertidos al río. Las acusaciones elevan la petición de condena a seis años de cárcel, mientras que las defensa solicitan la absolución con todos los pronunciamientos favorables al sostener que ni la alcaldesa ni los ediles son autores del delito que se les imputan. Es más, mantienen que Monroy hizo todo lo que estaba en su mano para que Argamasilla tuviera una depuradora en condiciones y, mientras tanto, se preocupó de que el filtro verde estuviera en las mejores condiciones para el tratamiento de las aguas residuales del casco urbano y del polígono.

Sin embargo, las pruebas periciales practicadas por las acusaciones dicen lo contrario. Los peritos judiciales se han mostrado seguros en su exposición ante el Tribunal y de forma rotunda han recalcado que en las muestras analizadas se ha detectado la presencia de «aguas residuales urbanas poco depuradas o sin depurar» y una «elevada» carga bacteriológica.

Los primeros en intervenir en la cuarta sesión del juicio han sido los facultativos y el jefe de Servicio de Valoración Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología de Madrid. Han explicado que recibieron las muestras recogidas por el Seprona el 21 de noviembre de 2014, un día después de que se tomaran.

Recibimos cinco muestras: la primera de aguas residuales del vertido al filtro verde, la segunda en el punto de vertido no autorizado, la tercera aguas abajo, a unos 50 metros del punto de vertido, la cuarta aguas arribas y la quinta en un canal procedente de Puertollano. «En todas las muestras había E. coli» (bacteria de origen fecal perteneciente al grupo coliforme), si bien es cierto que en la de los vertidos y de aguas abajo había más abundancia. También estudiaron indicadores el PH, sustancias en suspensión en el punto de vertido no autorizado y la carga orgánica y metales pesados, fundamentalmente.

Los peritos del Instituto Toxicológico concluyeron que había «aguas residuales poco depuradas o sin depurar» con una elevada carga bacteriológica.

Deterioro notable. El resultado de Toxicología indicó una «alta carga orgánica, agua bruta, residual sin depurar», subrayó el ecotoxicólogo Luis Burillo Borrego, a quien el Juzgado de Puertollano le encargó elaborar un informe sobre la afección de los vertidos de aguas residuales sin depurar en la zona del filtro verde de Argamasilla. El perito explicó que en 2018 inspeccionó la zona y el filtro verde, el sistema de depuración. Detalló las dos instalaciones que tenía el municipio para hacer frente a las aguas residuales, un aljibe para retención de aguas de área del polígono, y un par de bombas en una caseta. En el momento de la inspección el filtro verde no estaba funcionando y se apreciaban signos de deterioro notables porque el propio cauce es incapaz de hacer frente a la depuración de las aguas de Argamasilla. No había caudalímetro y la única regulación de caudales era el tamaño del aljibe. En fin, concluyó el perito, un deterioro general de todo el cauce desde la instalación que recoge las aguas del polígono industrial hasta más abajo del punto de vertido que localizan en el filtro verde. La defensa le preguntó por los pozos en el sentido de que podrían ser los causantes, pero los peritos judiciales no lo consideran.

 

Se ha alterado la vida animal y vegetal de la zona  

El ecotoxicólogo aseguró que en la inspección vieron todo tipo de elementos gruesos, bastoncillos, toallitas, aguas brutas ... Aseguró que un filtro verde debería tener una estructura  completamente distinta con otras especies vegetales susceptibles de asimilar más nutrientes y, por tanto, retirarlos del agua. También afirmó que el ecosistema ha cambiado, está alterado el equilibrio ecológico de la zona. Se ha alterado la vida animal y vegetal. Los mosquitos, gusanos y otras especies que han surgido transmiten enfermedades. En este sentido,  el forense Lucas Saturio ratificó que los problemas de salud de una de las denunciantes son consecuencia de una bacteria intestinal relacionada con la ingesta de agua contaminada. La perito de la delegación de Sanidad Felicia Torres habló de los efectos perniciosos para la salud por ingestión o absorción de la piel de las aguas sin depurar o mal depuradas.