Inspección de Trabajo transformó 9.417 contratos a indefinidos

Javier D. Bazaga
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La Inspección de Trabajo realiza una función determinante en una comunidad que ocupa el segundo puesto en siniestralidad debido sobre todo a dolencias muscoloesqueléticas

Sede de la Inspección de Trabajo de Castilla-La Mancha, en Toledo - Foto: Víctor Ballesteros

El año 2022 es el año en el que se ha recuperado la actividad y la normalidad. También en la labor de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Castilla-La Mancha, tras el bache que supuso la pandemia en la que la actividad se detuvo en muchas empresas.

El año pasado la Inspección de Trabajo en la región realizó 22.293 actuaciones, y para este 2023 tienen previsto elevar la cifra hasta las 30.711. «Se nos ve en la parte más negativa, pero nuestra labor es ser una herramienta que ayude a la mejora de las condiciones laborales en las empresas», explica a La Tribuna Juan Díaz Rokiski, director territorial de la Inspección de trabajo en Castilla-La Mancha.

«Hemos recuperado la normalidad en nuestro modo de actuar, pero sobre todo ha sido el año en el que hemos dado un salto muy importante en actuaciones de salud y seguridad en el trabajo» afirma, convencido de la importancia de esta labor en una región como la nuestra que «arrastra un problema de prevención y salud laboral muy importante» desde hace años, que nos sitúa como la segunda comunidad con mayor siniestralidad, después de Baleares.

Inspección de Trabajo transformó 9.417 contratos a indefinidosInspección de Trabajo transformó 9.417 contratos a indefinidos - Foto: LTAl contrario de lo que pueda parecer, descarta sectores como la industria donde existen empresas muy consolidadas y con planes de seguridad establecidos. Sí pone el foco en construcción, servicios o logística donde, a pesar de no ser accidentes graves o mortales, existen muchas dolencias musculoesqueléticas. En este apartado, el de la prevención de riesgos laborales, la inspección sancionó 1.111 infracciones y realizó 9.673 requerimientos de subsanación, es decir, casi 10.000 recomendaciones para mejorar las condiciones de trabajo de los empleados, en las que después se realizan «visitas de comprobación» para verificar que esas mejoras a las que se 'instó' a la empresa a realizar se han llevado a término.

Las empresas tienen que ir tomando conciencia de que a los trabajadores hay que conservarlos, ya no está asegurado el relevo en los puestos de trabajo como antes, hay sectores en los que falta mano de obra por cuestiones de este tipo. «Son personas que están machacadas. llevan en la construcción 30 años o en la limpieza, son sectores muy físicos». Por eso en Castilla-La Mancha tenemos un programa específico para los trastornos musculoesqueléticos con el objetivo de que las empresas se mentalicen y sean conscientes de la importancia de estas dolencias.

Contratos Indefinidos. Hay una cifra que destaca en este balance que hace Juan Díaz sobre su labor, y es la de los contratos en fraude de ley que se han transformado en contratos indefinidos gracias a su desempeño: 9.417 en toda Castilla-La Mancha, siendo Toledo la provincia que lidera el ranking provincial con más de 3.000. Eso sí, explica Díaz Rokiski que esta cifra «arrastra» las consecuencias de la reforma laboral aprobada hace poco más de un año, con la conversión de contratos, por lo que no cree que se repita este 2023. No obstante, aclara que, en contra de lo que se pudo prever al principio, «su aplicación ha sido poco conflictiva» para las empresas. 

El director territorial de la Inspección de Trabajo en Castilla-La Mancha, Juan Díaz Rokiski, durante su visita a las instalaciones de La Tribuna en ToledoEl director territorial de la Inspección de Trabajo en Castilla-La Mancha, Juan Díaz Rokiski, durante su visita a las instalaciones de La Tribuna en Toledo - Foto: LTTambién destaca la cuantía de las cotizaciones recuperadas para la Seguridad Social, que asciende a más de 34 millones de euros, fruto de la «clásica infracción en España» de no dar de alta a los trabajadores, aunque reconoce que la tendencia está cambiando debido al carácter disuasorio de las sanciones, que pueden ir desde los 3.126 euros hasta los 10.000 por trabajador no dado de alta, y elevarse mucho más si el número de trabajadores sin registrar aumenta. En este sentido, asegura que este tipo de infracción «ha ido a menos» en los últimos años, si bien las altas en la Seguridad Social de trabajadores que no lo estaban ha sido de 3.529 personas en 2022.

Tráfico de extranjeros. Donde sí percibe el responsable de la Inspección de Trabajo regional un repunte, y manifiesta una honda preocupación, es en los incumplimientos que se dan en los trabajadores extranjeros, muy habitual antes en el sector agrario por las distintas campañas de recogida, pero donde el método «se ha sofisticado» y donde entran en juego tramas o redes de tráfico de mano de obra e incluso de personas, donde ya no son los empleadores los que incurren en las infracciones sino en intermediarios que componen esas redes de tráfico de personas. Una situación que «preocupa y mucho» a la Inspección.

Aclara que «el campo se ha regularizado mucho», por lo que los incumplimientos «son pocos, pero más numerosos en trabajadores», debido a esas redes de tráfico de personas.

Inspección de Trabajo transformó 9.417 contratos a indefinidosInspección de Trabajo transformó 9.417 contratos a indefinidos - Foto: Javier PozoCon todo, sobre el empleo irregular, sostiene que «el problema no es la sanción, sino que pase algo» a ese trabajador que, ya sea por una cuestión puntual o por mala fe, esté sin dar de alta. Y pone el acento en los trayectos o desplazamientos para ir al trabajo en el que no está reconocido.

También incide en la extensión de la jornada laboral, ya que «tres cuartas partes de las denuncias nos llegan por el tiempo de trabajo», con una prolongación de jornada no retribuida. «No hay que trabajar más ni hacerlo gratis», señala.

Preguntado por un deseo, Juan Díaz Rokiski revela que «nuestro deseo es llegar y que todo esté bien. Ningún inspector disfruta poniendo una sanción». Es por eso, y como herramienta de mejora para las empresas que son, van a incrementar el número de actuaciones este 2023, con el ánimo de que se les vea como eso, un instrumento de mejora en la prevención y la salud laboral de las empresas de Castilla-La Mancha.