La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva tiempo poniendo en el punto de mira el uso del móvil al volante. La lucha por reducir la utilización de estos dispositivos mientras se conduce ha dado lugar a campañas de vigilancia para castigar su uso y también para desincentivarlo. Coger el teléfono con las manos para atender una llamada, desbloquearlo, leer o escribir un WhatsApp o consultar alguna notificación en una red social pueden parecer actos que apenas consumen unos segundos pero pueden tener consecuencias fatales. No en vano, en España se estima que las distracciones causan el 31 por ciento de los accidentes mortales.

Por esta razón, el control del uso del teléfono móvil al volante ha dado lugar ya a 545 expedientes sancionadores en la carretera en todo tipo de vehículos entre el 1 de enero y hasta esta semana de octubre, según los datos facilitados a este diario por la Jefatura Provincial de Tráfico. Para poner coto al uso de estos dispositivos mientras se conduce, se planteó una nueva Ley de Tráfico, Circulación y Seguridad Vial que contempla el endurecimiento de este castigo, para el que se prevé la detracción de hasta seis puntos, frente a los tres que conllevaba anteriormente.

El texto recibió el visto bueno de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados el pasado día 30 de septiembre y ahora está pendiente de conseguir el visto bueno del Senado. El objetivo es endurecer la sanción a quienes utilicen «sujetando con la mano, dispositivos de telefonía móvil mientras se conduce».