Ciudad Real cerró el mes de septiembre con casi 2.000 plazas hoteleras menos de las que tenía hace un año, en un 2019 que se mantenía al margen de una crisis sanitaria que ha saltado a lo económico y que tiene efectos en las cuentas de resultados del sector del turismo, que facturó el noveno mes del año con la mitad de turistas de lo que suele ser habitual en un año 'normal'.

El Instituto Nacional de Estadística ponía cifras al mes que despide el verano y da la bienvenida al otoño y que fue punto de destino para 18.500 viajeros que eligieron Ciudad Real como punto de destino turístico. En total, dejaron casi 30.600 noches de hotel cuando en septiembre de 2019 fueron más de 64.000. Desde 2014 aparece como uno de los peores meses para el turismo en los hoteles de la provincia después del trimestre de confinamiento, en los que el INE no sumó ni un solo visitante y tras el arranque de las actividades en junio, que arrojó apenas 7.700 turistas en la provincia. 

Las cuentas salen solas cuando se comprueba cómo estaba y cómo esta ahora el sector. Si en 2019 había 177 hoteles abiertos, ahora hay 141. Uno de los que ha echado el cierre es el Doña Carlota, en la capital. Eso provoca que si entonces el número de habitaciones estimadas superaba las 3.800, este 2020 apenas se mantienen por encima de las 3.000 y el número de plazas hoteleras a disposición de los visitantes ha pasado de más de 7.500 a menos de 5.800.

A día de hoy hay que recordar que municipios como Ciudad Real, Valdepeñas, Almagro, Manzanares o Alcázar de San Juan y Campo de Criptana mantienen algún tipo de restricción sanitaria que afecta, entre otras cosas, al aforo que se permite en estos hoteles, que deben limitar en algunos casos, dependiendo del nivel de las medidas adoptadas por Sanidad, al 50 por ciento de los aforos.