Los forenses confirman que Nancy murió estrangulada

Manuel Espadas
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La Audiencia Provincial ha vivido esta mañana la sesión más dura para los integrantes del jurado popular, con la prueba pericial de los encargados del levantamiento del cadáver y de la autopsia, en un detallado informe apoyado con imágenes del cuerpo

Carlos Andrés Bustamante, acusado del asesinato de Nancy Paola Reyes, durante una de las vistas. - Foto: Rueda Villaverde

El juicio por la muerte de Nancy Paola Reyes ha completado esta mañana su segunda semana de vistas en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, concluyendo con toda la prueba testifical y pericial, por lo que el lunes finalizará el proceso con el turno de las conclusiones de los distintos letrados y la entrega al jurado popular del objeto del veredicto, a partir de lo cual comenzará su proceso de deliberación. Además, se le otorgará la posibilidad de pronunciar la última palabra al único acusado, el ciudadano colombiano Carlos Andrés Bustamante, para el que el Ministerio Público solicita una pena de prisión de 33 años y 5 meses por el asesinato con alevosía y descuartizamiento de la víctima, embarazada en ese momento.

La sesión de este viernes ha sido, sin duda, la más cruda e impactante para los miembros del jurado popular y para el resto de integrantes del tribunal, y así lo advertía uno de los dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Cantabria responsables tanto del levantamiento del cadáver como de la autopsia de los restos de Nancy Paola, que aparecieron desmembrados e introducidos en cuatro bolsas de basura en el denominado Parque del Agua de Santander el 17 de septiembre de 2020, casi un mes después de su asesinato, datado el 20 de agosto. Forenses que llegaron a las siguientes conclusiones: Nancy fue asesinada por una "compresión cervical extrínseca" ocasionada por un estrangulamiento con mecánica ante-braquial (con el brazo en forma de 'V', abordando a la víctima por detrás) y provocándole una "anoxia encefálica" o falta de oxígeno en el cerebro.  Una muerte que se habría producido entre las 11.30 y las 15 horas de ese 20 de agosto, en su domicilio sito en la calle Carlos III de la capital. Después de causarle la muerte, su asesino la descuartizó allí mismo mediante la "desarticulación" de sus miembros, utilizando "uno o más objetos cortantes", con precisión "casi quirúrgica", sin causar fracturas óseas. También llevó a cabo un "vaciado" de la cavidad pélvica, en la que no se encontraron restos ni de los genitales externos ni de los órganos reproductivos ni del feto que llevaba dentro. Después del proceso de descuartizamiento, en el que se produjo también el desangrado del cuerpo, trasladó los miembros hasta el lugar donde aparecieron. Lo hizo metiendo la cabeza, las manos y los pies en una bolsa de basura, las piernas en otra, al igual que los brazos, y por último el torso lo envolvió con dos bolsas diferentes.

Así mismo, en las conclusiones de los forenses se subraya que entre los restos del cuerpo tampoco apareció la vértebra cervical C4, que fue a la altura a la que se produjo la decapitación, así como el cartílago cervical (nuez). Sí se halló el pequeño hueso llamado hioides, sin fracturar aunque desplazado hacia arriba con  respecto a su posición anatómica normal, lo que confirma que el estrangulamiento se produjo por la mecánica ante-braquial, con la que no se presiona sobre la parte frontal del cuello. Además, también se hace constar que el brazo izquierdo de Nancy presentaba la ausencia de una sección de piel, que a juicio de los forenses podría ser debido a que el asesino intentó eliminar alguna cicatriz, marca o tatuaje con el que se pudiera identificar a la víctima.

Todo este informe forense estuvo apoyado por un soporte gráfico en forma de diapositivas con imágenes impactantes del estado en el que se encontró el cuerpo de Nancy Paola Reyes, vecina de Ciudad Real y que en agosto de 2020 se trasladó unos días a Santander junto al que era su pareja, el acusado Carlos Andrés Bustamante.