¿Y ahora, qué?

Manuel Espadas
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El Vestas Alarcos da por concluido el curso tras la decepción de Sagunto y ya piensa en una próxima temporada con varias incógnitas

Martín Molina (sentado) y Fran Vidal se lamentan tras caer en semifinales. - Foto: Pablo Lorente

El Vestas Alarcos bajó el telón este fin de semana a la temporada 2018-2019, la cuarta en la División de Honor Plata. Su tercera fase de ascenso a Asobal finalizaba como las otras dos, con derrota en semifinales, esta vez ante un Torrelavega que supo jugar mejor los momentos claves del encuentro (28-29). La pregunta que se hacen ahora los aficionados es, ¿y ahora, qué? 
A diferencia de otros años, el club ya tiene muy adelantado el trabajo en la confección de un nuevo proyecto para la próxima temporada, aunque aún quedan por despejar varias incógnitas. La renovación del entrenador está acordada a falta de detalles y firma, pese a que lo sucedido en Sagunto ha reactivado las dudas de parte de la directiva. También hay un núcleo importante de jugadores cuya continuidad parece más que asegurada, y otros como James Parker y Roberto Rodríguez ya tienen nuevo destino (Benidorm). También los hay con un pie fuera del equipo, como es el caso del pivote José Javier Candeleda o el portero Fran Revuelta, mientras que en los próximos días el club podría hacer oficial los fichajes ya publicados en este diario del pivote barcelonés Carles Asensio (Atlético Novás) y del lateral izquierdo madrileño Héctor González (Atlético Valladolid).
El objetivo es, como decía el presidente tras la derrota contra Torrelavega, hacer un equipo cuyo objetivo sea el ascenso directo como campeón de Plata, o al menos en una fase que se celebre en el Quijote Arena. Para ello, el club ya está trabajando en un presupuesto ambicioso para una nueva aventura en la que su principal patrocinador, Vestas, podría volver a ser su fiel compañero de viaje. Tras la decepción de este fin de semana toca ilusionarse con un futuro prometedor.

 

Enfado. La resignación alarquista tras la derrota en semifinales sólo tuvo como excepción el enfado con algunas decisiones arbitrales, sobre todo en la acción que le costaba la tarjeta roja directa a Toni Sarió con el reloj a cero en la primera mitad. El club ha difundido unas imágenes en las que se aprecia que el defensor del Torrelavega Alejandro González, miembro de la barrera, salta, y que el balón lanzado por el jugador del Alarcos impacta en su brazo, no en su cara. Además, el club manchego se extraña de que su rival no fuera castigado con ninguna exclusión durante los 60 minutos, por cuatro inferioridades los jugadores de Ciudad Real.