«Es mi libro más completo, trabajado e intimista»

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Entrevista al escritor Alfredo Jesús Sánchez tras la publicación de su poemario 'Territorios'

Alfredo J. Sánchez. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Alfredo Jesús Sánchez (Castellar de Santiago, 1959) camina ahora literariamente por Territorios, el poemario que ha visto recientemente la luz. Es el quinto ejemplar que escribe y el primero editado por la Biblioteca de Autores Manchegos.

 

¿Qué podrá encontrar el lector en este nuevo libro?

Territorios es un paso más en mi andadura poética, supone seguir escribiendo y seguir queriendo compartirlo con la gente. Sobre todo, es comunicar lo que llevo dentro.

 

¿A qué se debe el título?

Pues en principio el libro se iba a llamar Travesía, pero dio la casualidad de que cuando yo mandé el ejemplar a la Biblioteca de Autores Manchegos, que era de la convocatoria de 2019 pero que se retrasó debido a la pandemia, publicó un libro un grandísimo poeta de Manzanares, que vive en Palma de Mallorca, Federico Gallego Ripoll, que se llamaba Las Travesías, por lo que tuve que buscar otro título que se adecuara al contenido y al sentido que lleva el verso y encontré que Territorios es equivalente a Travesía, ese camino donde se encuentra la vida.   

El mar y la luz siguen motivando sus poemas en este nuevo ejemplar...

Sí, es tan absorbente ese paisaje, tan liberador y le dice tanto al ser humano en su minusculidad, si se permite el término. El verano es el tiempo en el que las obligaciones quedan un poco al margen y yo voy desde hace mucho tiempo a un mismo mar y nunca acabo de sorprenderme. Éste es el resultado del verano de 2019, antes de la pandemia. Me atrae el mar, la luz, la brisa, el viento, la inmensidad, el estar tú sOlo ante el mar, ante la tierra y el cielo. Pero como ya me dijo un gran poeta de la zona, ya tengo que salir del mar. 

¿No quiere que le atrape?

Eso es, ya he escrito algún poema en el que digo: ‘No voy a hablar de ti, mar, ahora hablaré de mí’. Aunque yo soy el que tiene esos ojos para mirar ese horizonte, ese sentirse atrapado, perdido y liberado en ese paisaje, que para mí es revitalizante y es un toque de atención a lo insignificantes que somos ante el trueno de la naturaleza.

 

¿Cómo ha estructurado el libro? 

Son 53 poemas divididos en cuatro partes. La primera se llama Impromptu y es como un destello, una improvisación: le sigue Efecto doppler, que es esa diversidad de audición, de visión o de contemplación de las cosas dependiendo donde uno esté ubicado. La tercera parte se llama Mar, que es evidente, y la cuarta es Coda, que es como un resumen de todo y en su último poema me lanza de nuevo a esta tierra que me amamanta y que es La Mancha. El mar al que yo voy en los veranos es un mar sin sangre de atardecer, tengo que venir a La Mancha para ver aquí la fragua de la tarde.  

¿La poesía está ahora de nuevo de moda? 

Sí, creo que es evidente. La poesía ahora goza de una extraordinaria salud y es algo que debemos tener en cuenta, pero no debemos decirlo mucho para no ser cenizos (ríe). Hay un movimiento también impulsado por los jóvenes que se están incorporando, quizás por otras vías, a esta manera de expresar sentimientos, como el rap... Afortunadamente hay un resurgir de la poesía que yo creo que entre todos tenemos que mantener e intentar darle un nivel para que no caigamos en la escatología de la poesía, sino que la poesía siga siendo un referente y una manera de mirar el mundo para sentirnos algo que gente que come, que trabaja y que va a sus obligaciones. Somos seres que tenemos la suerte de querer trascender.  

¿Qué le diría a quien quiera adentrarse en el libro? 

Le diría que es el libro más completo, más trabajado, más íntimo e intimista de los cinco que he publicado y que busca y retrata como ningún otro mi yo interior en muchos de los ámbitos personales y lugares físicos que me transitan y por donde transito, territorios al cabo que conforman mi vida.