El lenguaje de la paz entre «hermanos»

Hilario L. Muñoz
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El Lunes Musical reúne a tres nacionalidades para demostrar que la música tiene un lenguaje universal con el trío Música y Vida

El lenguaje de la paz entre «hermanos» - Foto: Rueda Villaverde

Sin haberlo planificado, el antiguo casino de Ciudad Real mostró ayer que el lenguaje universal de la música se encuentra por encima de nacionalidades y de guerras. Desde hace semanas estaba planificada la actuación del Trío Música y Vida, un grupo asentado en Madrid desde hace años, para este Lunes Musical. Se trata de una formación que está compuesta por la ucraniana Tatiana Melnichenko, el georgiano Sergo Lazarev y el ruso Alexey Marchenkov. Tres personas que proceden de tres países claves en el conflicto actual y a las que une la música a través del violín, la guitarra y la voz de Tatiana. Ella hace apenas unas semanas vio cómo su vida cambiaba al tener que escapar de su país, evitando una guerra entre dos naciones hermanas, como dice. 

«Escapé con mi marido de milagro», explicaba Melnichenko minutos antes de empezar la actuación en el antiguo casino. Ella, su marido y su hijo de 13 años habían ido a su país al funeral de su suegra a mediados de febrero. Allí estaban pasando esos días cuando las noticias alertaban de la posibilidad de conflicto en el país, pero jamás pensarían que estando en el país se iba, primero a declarar la guerra, y segundo, que su marido, con pasaporte ucraniano, quizás tendría que quedarse en el país. 

«Fue difícil porque siempre se decía que la guerra estaba cerca o que ya empezaba, pero la gente no se lo estaba creyendo», comentó la soprano. «Siempre se estaba en tensión en las ciudades», algo que pudo comprobar ella misma en los viajes de Mykolaiv a Ordesa, dos de las ciudades claves del conflicto actualmente, de donde es ella y de donde procede su marido. «No había casi gente en los autobuses», algo que le resultó extraño. 

«Aquí vivimos desde hace 22 años y en Ucrania no tenemos a nadie ya de familia, solo hay amigos con los que hablamos cada día», señaló la soprano. «Hemos tenido mucho miedo de estar en la guerra, es mucho más importante la paz», indicó Melnichenko, tras pasar cuatro días en un país en conflicto o que su marido no pudiera salir del país. La primera vez que intentaron cruzar la frontera por Moldavia no le dejaron. «Hemos tenido que pasar una cola tremenda, esperando ocho horas en el frío», porque la frontera estaba en el campo. 

Esos días cambiaron su visión, sobre todo porque es «una guerra de dos hermanos cercanos». «Me duele mucho el corazón por los dos países», dijo la soprano. 

A las 20.30 horas comenzó la música en el antiguo casino, con un nuevo lleno, como ocurre todos los lunes, y un centenar de personas asistieron a un concierto lejos del conflicto ucraniano. Una actuación en la que sonaron clásicos españoles de Sarasate o Padilla, italianos e incluso rusos, con una obra de Rachmaninov.