Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Mama Jacobs

25/03/2022

Seguramente muchos lectores no habrán oído hablar de Jane Jacobs. Quienes sí sabrán de ella serán los que hayan estudiado arquitectura o urbanismo, pues la mencionada señora fue, y continua siendo, una de las divulgadoras de estas materias más influyente del mundo. Desde luego condicionó  la construcción del Nueva York que vistan los turistas y de algunas otras ciudades de Norteamérica. Ella teorizó, desde la simplicidad de conceptos, sobre  los barrios como lugares de vida y relación social frente al anonimato solitario de las grandes ciudades. Reflejaba las amenazas que tenían las ciudades dispersas, la especialización de usos, la preeminencia del vehículo privado para desplazarse a resolver cualquier asunto, el empobrecimiento del territorio para hacer nuevos barrios en un proceso de consumo banalizado y la despersonalización que implicaba no disponer de  unas relaciones fluidas entre los vecinos.
En la columna del viernes pasado se planteaba la necesidad de rehabilitar los barrios de Santa Teresa y de Palomarejos, barrios que integran una misma unidad topográfica que han ido envejeciendo sin que se les haya prestado demasiada atención. Pero eso puede cambiar. La Corporación actual anuncia la remodelación de la avenida Barber en los próximos meses. Pudiera ser el comienzo del proceso de regeneración urbanística de unos barrios, cuya arteria central, ahora que tendrá menos tráfico, se puede convertir en la calle principal de los dos barrios. Para Jacobs la rehabilitación era la forma de retener a la población y evitar  zonas marginales o de usos que espanten a los pobladores hacia otros lugares. Rehabilitar supone que surjan nuevas actividades de negocio, de iniciativas de distintos tipos,  de prestaciones de servicios que posibiliten las actividades de los vecinos y la realización de gestiones que puedan hacerse andando.  Es la ciudad de los quince minutos que propugnan los modernos urbanistas.
El barrio es el núcleo ordinario de socialización de los habitantes. Todos se conocen, hablan entre ellos, intercambian informaciones, se activan las relaciones personales. Son lugares de encuentro  y de realización de la ciudadanía. Se incrementa la seguridad de las personas mayores y de los niños, pues de alguna manera, al conocerse todos, todos procuran  participar en esa seguridad. Hasta aquí algunas de las teorías,  ya antiguas, pero de plena vigencia, de una mujer sencilla a la que algunos arquitectos llamaron despectivamente 'mama Jacobs'.