Merino: «Nosotros no nos hemos movido del centro»

R. Ch
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Concejala en el Ayuntamiento de la capital y diputada regional en la legislatura que expira, Lola Merino encabeza la lista del PP a las Cortes de Castilla-La Mancha por Ciudad Real

Merino encabeza la lista del PP provincial a las regionales - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

¿Cuál es para el PP el principal problema que tiene Castilla-La Mancha?

El abandono que hemos sufrido, especialmente en sectores como la sanidad, el mundo rural, los regantes… hemos tenido cuatro años de abandono total del Gobierno del señor Page y de Ganemos. Y eso que la que acaba tendría que haber sido una legislatura aprovechada, superada la crisis económica y con una Junta con las cuentas saneadas, con más de 1.000 millones de euros adicionales a los que el PP se encontró en una comunidad prácticamente en bancarrota. Pero hemos visto a un presidente Page más preocupado de mantener su sillón y de agradar a Podemos que de gobernar. La situación de la sanidad es sangrante, con profesionales sanitarios en la calle y con unas listas de espera que, directamente, son mentira. ¿Cómo es posible que en el hospital de Alcázar de San Juan, de 2015 a 2019, se redujera la lista de espera en 31 pacientes y en abril hayan desaparecido 2.200 pacientes de esa lista? Eso es engañar a los castellano-manchegos y cualquier persona que te engaña es porque no te quiere. Y eso le pasa a Page, que no quiere a Castilla-La Mancha.

¿Qué quiere hacer el PP con Castilla-La Mancha si gobierna?

Somos una región de pueblos, con una riqueza y potencialidad impresionante en todo: en agricultura, ganadería, actividad cinegética, turismo, historia, tradiciones… eso tenemos que aprovecharlo y eso quiere hacer Paco Núñez. Castilla-La Mancha es el corazón de España y debemos tener la capacidad de bombear a toda España. Debemos tener una sanidad de calidad, tener atendidas las demandas de los profesionales sanitarios, que han sido abandonados igual que los pacientes. Queremos una educación en la que los padres puedan decidir la educación de los hijos y, en materia agraria, poner a agricultores y ganaderos en primera línea, y protegerlos por ley. Ahora mismo, en casi cualquier pueblo, la única empresa que hay es la cooperativa y desde la producción del sector primario se pone en marcha una cadena que genera una actividad económica fundamental para la vida de la mayoría de nuestros pueblos y ciudades.

¿Salvaría algo de los últimos años de Gobierno PSOE-Podemos?

Nada. Ha sido una legislatura de engaños, de mentiras, de vender humo y fotos. El programa electoral del PSOE tiene 1.500 medidas que prometieron ya en 2015 y las vuelven a repetir en 2019. ¿Cómo pueden decir que van a solucionar ahora, antes de junio, la regularización de 1.600 pozos que llevan esperando desde 2008, cuando el señor Page era vicepresidente? ¿O cómo pueden anunciar que su primera decisión como presidente del Gobierno será acabar con el trasvase Tajo-Segura cuando ha sido el gobierno más trasvasista de la historia? No nos merecemos un gobierno que nos engañe.

¿Confía el PP en dar el vuelco en Castilla-La Mancha el día 26?

Salimos a ganar y a gobernar y creemos que es posible. No hemos hecho encuestas porque la encuesta está en la calle. La gente tiene ganas de cambio y de que acabemos con un gobierno que nos ha tomado el pelo cuatro años. Ese es nuestro mejor termómetro. Lo que pase el 26-M no lo sabemos, pero la ilusión que vemos en la calle es que los castellano-manchegos quieren y merecen un cambio posible.

No hacen encuestas pero la que sí se ha hecho, la del CIS, da la victoria al PSOE…

No deja de ser una encuesta, pero sí nos gustaría saber si existe un pacto previo del PSOE con Ciudadanos. Sobre todo, porque Page ya nos engañó en 2015 cuando dijo que no gobernaría ni pactaría con Podemos y luego pactó y gobernó con Podemos. Si ya tienen una negociación inicial deberían darla a conocer para no engañar a propios y extraños cuando se llegue al domingo.

¿Tiene el PP capacidad para recuperar el voto perdido que se ha ido a Cs y Vox?

Creo que sí. La gente ha sido consciente de lo que dijimos en la campaña de las generales: dividir el voto del PP era dar el gobierno a Pedro Sánchez y así ha sido. El PP tiene 40 años de historia, estructura, candidatos y afiliados en todos los municipios. Somos el partido de siempre, el de los valores, de la familia, de los agricultores y ganaderos, de la unidad de España... y somos un partido totalmente renovado, con gente joven, con muchísimas ganas de trabajar por Castilla-La Mancha, con fuerza, con las ideas claras y dados a la sociedad, porque queremos que nos diga qué quiere y necesita. Nuestra fuerza es gobernar con ellos.

Ha comentado que es el Partido Popular de siempre, pero en estas últimas semanas se adivina un cambio de su formación, empezando por el propio Pablo Casado, hacia el centro. ¿Le parece acertado ese nuevo rumbo?

Nosotros no nos hemos movido del centro. Estamos en el centro y se ha fraccionado el voto hacia la izquierda o la derecha de ese centro. Pero no nos hemos movido, somos el partido del centro-derecha de siempre y no nos hemos movido.

¿Se vería a gusto gobernando con un pacto a la andaluza en Castilla-La Mancha?

El cambio que se ha producido en Andalucía va a ser bueno para Andalucía. Y hemos visto que gracias a ese cambio se está viendo cómo actuaba un gobierno socialista en casi 40 años, haciendo mucho daño a los andaluces. Y eso es lo importante, que se pueda dar un cambio en comunidades que se habían convertido en un cortijo de los socialistas, sin preocuparte por los andaluces y malversando 1.000 millones de euros de los parados o con listas de espera de hasta 500.000 pacientes ocultos. Y ojo, porque los propios profesionales sanitarios de Castilla-La Mancha nos dicen que aquí podríamos estar hablando de 300.000 pacientes ocultos y que no salen a la luz por sacarle un rédito electoral al señor Page.

¿Por qué cree que el PP no es capaz de convencer al electorado ciudadrealeño en las elecciones autonómicas? Hasta ahora, el PP nunca ha ganado estas elecciones en la provincia…

Falta la fuerza, la ilusión y pasión que tiene Paco Núñez por Castilla-La Mancha . El 26 vamos a vivir un momento histórico en esta provincia con un vuelco hacia un presidente que realmente viene a trabajar por la región y por Ciudad Real.

¿Cómo influye en estas elecciones que Ciudad Real pierda un diputado y que queda empatada con Albacete, que tiene 100.000 habitantes menos?

Ese diputado lo perdemos porque perdemos población y es otra cosa a tener en cuenta. La provincia es, después de Zamora, la que más población ha perdido y eso ha sido ‘gracias’ a la gestión de la Junta y de la Diputación. Castilla-La Mancha es una tierra de pueblos y los gobiernos deben trabajar para que haya una población que se fije en esos pueblos, y apostar por las mujeres, por los jóvenes, por la creación de empleo y por una fiscalidad diferente que facilite la inversión en el mundo rural. Queremos trabajar para ganar población y para ganar empleo, porque también acabamos de ver que Ciudad Real ha sido la única provincia de España en abril en la que ha subido el paro. Ese es el resultado que tenemos de los que gobiernan en la Diputación y en la Junta. Ciudad Real tiene oportunidades y recursos impresionantes, pero hay que trabajar para sacar el rendimiento de lo que tenemos y, sobre todo, centrarnos en las personas. No se les puede hacer la vida imposible a las personas como se les está haciendo a los agricultores, a los que se deben 800 millones; devolviendo ayudas a Bruselas que no se usan; o engañando a los jóvenes, a los que se deben también 100 millones en planes de mejora... Tenemos un presidente que no quiere bajarse de un coche oficial, al que se subió con 18 años y frente a eso tenemos a Paco Núñez, con un programa electoral en el que las mujeres, los jóvenes, el medio rural, la agricultura y la ganadería van a estar en primera línea.

¿Ese problema de despoblación no debería enfrentarse desde un pacto de todos los partidos, más allá de las siglas?

Sí, pero todos los partidos tendrían que creer en el medio rural y Page no ha hecho nada en cuatro años. Prometió una ley contra la despoblación en el medio rural, otra de agricultura familiar, un plan especial para la comarca de Almadén y el Campo de Montiel y un estatuto de la mujer rural que aún no existen. Y también tenemos partidos que apuestan por cerrar ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes o diputaciones. Si tiene que haber ese pacto de todos los partidos para apostar por el medio rural, primero tienes que creer en el mundo rural. Si lo atacas desde tu acción de gobierno, como ha hecho el señor Page, o con las propuestas que planteas desde otros partidos, es imposible que sea una realidad. Nosotros lo tenemos claro. Si a un pueblo le va bien, le va bien a Castilla-La Mancha; si al campo le va bien, a la región también; y si a la mujer le va bien, a Castilla-La Mancha mucho mejor.

Su principal carta de presentación es el mundo rural…

Yo soy rural de pura cepa y me siento orgullosa de ser de pueblo, mujer y del PP, el único partido que cree en el mundo rural, en las mujeres, en la igualdad y que apuesta por las mujeres y los hombres del campo. Es el momento de que se note la fuerza del mundo rural y del sector agrario, de las mujeres y los jóvenes.

Ha sido concejala, diputada regional y ahora cabeza de lista electoral... ¿Ve colmadas sus aspiraciones políticas?

No es que lo colme, porque nunca he tenido aspiraciones. Siempre me ha gustado hacer una política con mayúsculas. Me gusta trabajar en lo que creo y creo en Castilla-La Mancha y en el mundo rural de manera impresionante, porque es lo que somos. ¿Qué es Castilla-La Mancha? ¿A qué sabe Castilla-La Mancha? Sabe al producto del trabajo de nuestros agricultores y ganaderos. A queso, a vino, a aceite, a tradición, a caza, a Semana Santa, a toro… para mi no es una aspiración política, es que creo que hay que hacerlo y el PP me ha dado la oportunidad de plasmar la pasión que siento por mi tierra, por las mujeres y por el medio rural. Lo que necesita Ciudad Real ya no es por política, es por que nos lo merecemos. Ya está bien de ir hacia atrás.