Castilla-La Mancha se extiende a lo largo de 80.000 kilómetros, una dispersión, que eleva el coste sanitario, pero que ahora puede ser combatido gracias a las nuevas tecnologías para las que hacen falta inversiones millonarias. Pero tras la pandemia, se ha abierto una ventana de oportunidad para acometerlas porque hay fondos. Ese rayo de esperanza consiste en el dinero procedente de la Unión Europea y al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España para distribuir los fondos 'Next Generation' por todo el territorio español.
Según detalló Eladio Linares, director de Sistemas de Información del Sescam, en la mesa redonda 'Transformación Digital de la Sanidad en Castilla-La Mancha', a la región le corresponden alrededor de 20 millones de euros de fondos europeos. Reparto que se ha establecido según diferentes paquetes y criterios para todas las comunidades autónomas. A estos habría que sumarles otras cuantías pendientes de los fondos Feder, destinados a desarrollar la cohesión y el crecimiento de las regiones. «En total suman 122 millones de euros en tecnología que hay que ejecutar», explicó Linares.
Todo este dinero hace que de repente la región se encuentre «ante una oportunidad histórica» para transformar su sanidad hacia una medicina de precisión, es decir, hacia un modelo más eficiente y personalizado, tanto para pacientes como para facultativos, con recursos que antes no había tenido. Esta es una de las conclusiones principales de la mesa redonda organizada por La Tribuna y Madrija Consultoría, que puso sobre la mesa el consejero de Sanidad en la región, Jesús Fernández Sanz.
Ahora bien, el consejero incidió «en que lo fácil es recibir el dinero, la dificultad es gestionar los recursos con expertos y empresas que crean en la innovación y apuesten por la tecnología en la salud».
En este sentido, Ignacio López, como director de Relaciones Institucionales y de Negocio de Philips Ibérica, animaba a seleccionar bien los proyectos en los que invertir los recursos. «Hemos tenido plazos de ejecución muy extendidos y muy cortos de presentación de proyectos. Hay que elegir aquellos que sean más maduros, en contra de los que busquen reinventar la rueda», apuntó. Fernández Sanz añadió que para poder demostrar que esa oportunidad es buena para transformar el modelo sanitario «hay que apostar por el ámbito colaborativo». Con esto se refirió a que las administraciones públicas se apoyen en entidades privadas especializadas en el sector tecnológico como son los casos de las compañías presentes en la mesa redonda: Madrija Consultoría, Philips o Telefónica.
Durante el coloquio se mencionaron algunos de los futuros proyectos que se van a acometer y otros que ya se están aplicando en la región. En lo referente a lo que está por venir, en uno de los paquetes de los fondos Next Generation, Castilla-La Mancha lidera un grupo de trabajo junto con Navarra que consiste en la 'Implantación de la ecografía clínica en centros de Atención Primaria'; o en otro en el que ha mostrado interés y que está liderado por otra comunidad, el denominado 'Inteligencia artificial en diagnóstico de radiología de tórax en Atención Primaria'.
Sobre lo que ya se ha avanzado en la región, Fernández Sanz presumió de tecnología sanitaria que utiliza la imagen médica, con ejemplos en las ambulancias, ya con material que permite diagnosticar al paciente antes de que llegue a ser atendido al hospital. Ignacio López destacó «las muertes que se han evitado con estos avances», destacando, por ejemplo, la detección precoz en el cáncer de mama.
Sea como fuere, todas las voces de esta mesa coincidieron en la dimensión del reto que viene por delante. «Mayúsculo e histórico», por lo que hay que estar a la altura.
EL 5G, LA HERRAMIENTA QUE LO HARÁ POSIBLE. De nada serviría lo expuesto sin una buena conexión a internet. Sobre esta se construirán «los cimientos» de la transformación digital, tal y como explicó Teudiselo Díaz, director territorial de Telefónica en la región. Este detalló lo que aportará el 5G al sistema sanitario, permitiendo las consultas desde cualquier punto del territorio, incluso en los de menor cobertura. La principal diferencia con la actual generación es la latencia, ya que se redcue el tiempo de respuesta en la red. Esto deja clara otra necesidad para la mesa, un futuro en el que se pueda trabajar con inmediatez.