El Caserío no se fía del Pozoblanco

Manuel Espadas
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El conjunto ciudadrealeño no puede permitirse tropiezos en su lucha por disputar la fase de ascenso

Lumbreras y Campanario, en una acción defensiva en el partido ante el Ikasa. - Foto: Ikasa Madrid

El Caserío Ciudad Real recibe este sábado (20 horas. Pabellón Puerta de Santa María) al Pozoblanco, uno de los equipos más duros de este Grupo F de Primera Estatal y confeccionado en principio para luchar por la fase de ascenso.

Los ciudadrealeños son segundos en este Grupo F de Primera Estatal, a tres puntos del líder, el Ikasa Madrid, y con uno de renta sobre el tercer clasificado, el Pinto, cuando solo faltan cinco partidos por disputarse, por lo que cualquier tropiezo podría ser letal a estas alturas de la competición.

Para este choque serán baja Kike Chacón y Mario Blanco, mientras que Fran Vidal podrá regresar una vez superada su lesión.

"Llevamos encima mucha carga psicológica y estrés, exigiendo a los jugadores mucha concentración, porque en esta recta final un traspié podría ser decisivo", analiza Santi urdiales, técnico del equipo, que admite que "queremos ganar antes del parón de Semana Santa, pero el Pozoblanco es un equipo durísimo, con mucha calidad y que estaba hecho para pelear por la fase de ascenso".

De los cinco partidos que restan hasta la conclusión de la liga regular tres son fuera de Ciudad Real, aunque la plantilla del Caserío no quiere mirar más allá de este encuentro. Un partido que se disputará en el pabellón Puerta de Santa María, "un cambio de escenario que tenemos que hacer sea positivo en los dos partidos que nos quedan en casa. Es un pabellón muy bonito en el que se puede jugar muy buen balonmano", afirmó el santanderino.