Todo empezó en 1988. La apuesta, traer un concierto de calidad. El elegido, La Unión, que actuó en la plaza de toros de Daimiel. «Fueron los pilares de una larga trayectoria musical de más de tres décadas», reconoce Juan Pablo Gómez del Pulgar. Es 'el hombre que sabe todo de Daimiel en Concierto', por donde han pasado un millón de espectadores y 160 conciertos de grupos y artistas como Mecano, Radio Futura, El Último de la Fila, Status Quo, Texas, Celia Cruz, Julio Iglesias, Chayanne, Héroes del Silencio, Víctor Manuel, Ana Belén, Extremoduro, Miguel Ríos, Serrat, Sabina, Ricky Martin, Miguel Bosé, David Bisbal, Fito o Sting, el que requirió de las gestiones «más complejas» para traer a la ciudad de Las Tablas. «Fue un concierto especial», recuerda. «El motivo que llevó a su contratación en 1993 no fue otro que aprovechar el SOS que envió Sting a nivel mundial para salvar espacios verdes». Por aquellos años, el parque nacional «atravesaba una situación crítica que necesitaba de una máxima difusión y apoyo, por lo que el alcalde, José Manuel Díaz Salazar, propuso al artista más mediático y defensor del medioambiente, Sting. Nos pusimos a trabajar en ello con nuestro asesor y agente, Agustín Lozano, y se consiguió tras unas arduas gestiones» y con un escenario traído desde el Reino Unido que se montó en tres días, «con un calor excesivo y con escasa maquinaria y tecnología de la que hoy disponemos, pues por aquellos entonces se carecía de ella y todos los hierros y andamiajes se manipulaban a mano».
En el tintero se quedaron por venir grupos como Queen, con los que se llegó a contactar, pero no se pudo cerrar por la cancelación de su gira de ese año, o Maná, que rompió el contrato al coincidir su actuación con la entrega de los Grammy.
Juan Pablo Gómez del Pulgar fue el coordinador de Festejos desde 1986. Se jubiló en 2020. Echa la vista atrás ahora con agradecimientos a alcaldes y concejales, a todos los que apoyaron y facilitaron los conciertos y «al equipo humano, mis compañeros del Ayuntamiento de Daimiel», con los que compartió mil y una anécdotas. En 1992, por ejemplo, el concierto de Víctor Manuel y Ana Belén se retrasó «debido a una llamada de la Guardia Civil, indicando que la carretera de Ciudad Real estaba colapsada con gente que iba al concierto. Teníamos unas 3.000 entradas de venta anticipada y asistieron unas 10.000 personas. Tuvimos que habilitar taquilleros y taquillas en un momento». Unos años después, en 1995, «una tremenda racha de lluvia y viento» obligó a evacuar el concierto de Alejandro Sanz en su tercera canción, «derivando a los espectadores al Polideportivo Municipal anexo para resguardarse del riesgo». Allí, «con una guitarra española, del cantante Javier Oliver y propiedad actualmente del cantaor Ricardo Fernández, y la megafonía del pabellón, Alejandro nos regaló algunas canciones», recuerda.