«Lo ideal es quitar mascarillas con el buen tiempo»

Hilario L. Muñoz
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Margarita del Val se ha convertido en una de las científicas más respetadas sobre la pandemia, por su visión y por la claridad de sus explicaciones. En su visita a la facultad de Medicina habló con 'La Tribuna' sobre el futuro tras la sexta ola

Margarita del Val - Foto: Rueda Villaverde

Margarita del Val separa de forma clara los aspectos científicos de la pandemia, las vacunas y la inmunidad de aquellos que tienen que ver con lo social, como las mascarillas y su eliminación. De estos dos aspectos depende el futuro de la pandemia.

¿Qué ha supuesto esta sexta ola respecto a las anteriores?

Ha venido una variante más atenuada de lo que era delta y ómicron. Ya se ha podido calcular que es como tres veces más leve. Se transmite también mucho entre vacunados, pero es también más leve entre quienes no tienen inmunidad. Por suerte nos ha pillado preparados, porque, aunque no era necesaria la tercera dosis para delta, la mejora es mínima, se puso por si acaso, porque de este virus no nos podemos fiar. Se vacunó a los de más riesgo, a los muy mayores, las residencias de ancianos y al ir bajando la población, al llegar Ómicron lo que se perdía, se ganó con la tercera dosis. Lo malo de esta oleada es que nos ha afectado mucho más que tres veces. Nos ha infectado a un número muy alto de personas y eso ha llevado a que la ola no haya sido tan suave. Cada persona lo ha percibido como más leve, pero en el conjunto de la sociedad ya llevamos más de 12.000 muertes en esta ola de otoño-invierno. Eso es mucho peor que una mala gripe porque aún no se ha acabado la ola. Nos va a dejar con una cantidad bastante alta de población inmunizada, pero se ha llevado por delante un número importante de personas que ya no se esperaban al estar tan vacunados.

«Lo ideal es quitar mascarillas con el buen tiempo»«Lo ideal es quitar mascarillas con el buen tiempo» - Foto: Rueda Villaverde¿Hay fecha para la séptima ola?

Si seguimos con ómicron hasta que no volvamos a empezar el otoño-invierno que viene deberíamos estar tranquilos. Hay muchas personas con inmunidad, muchas con inmunidad híbrida, vacuna seguida de virus, y vamos a hacer actividades típicas de la estación más cálida. Habrá que tener cuidado al empezar el curso nuevo, cuando volvamos de las vacaciones y nos volvamos a meter en interiores. Ahí debemos recordar mascarillas y tener medidores de CO2 y filtros para los sitios en los que no se pueda ventilar. Frente a todas las enfermedades respiratorias tenemos inmunidad, desde pequeños, y aun así, nos encontramos con más casos en el otoño y en el invierno. Esto no va a desaparecer, habrá más casos, pero es de esperar que la próxima ola sea más benigna.

Ha hablado de mascarillas, ¿deben quedarse o desaparecer?

«Lo ideal es quitar mascarillas con el buen tiempo»«Lo ideal es quitar mascarillas con el buen tiempo» - Foto: Rueda VillaverdeEsa es una decisión que se escapa a la ciencia, es de tipo social. Parece que nos acabarán quitando las mascarillas obligatorias, pero eso no quiere decir que haya situaciones y personas de riesgo que les interese seguir usándolas, o que nos interese usarlas para protegerles. Por ejemplo, en la epidemia del SIDA se quedó el preservativo, que no se utiliza siempre, pero se usa con personas y en situaciones de riesgo. La mascarilla quedará para cuando haga falta. La gente que tiene alergia encontrará una maravilla que lleves la mascarilla y no te digan que raro eres, personas que sean más sensibles a las infecciones o personas mayores en sitios de más riesgo seguramente las lleven. Lo ideal es que se quitasen las mascarillas, acompasado con el buen tiempo y a que aprendamos a medir la calidad del aire. Los medidores de CO2 son bastante accesibles y debemos aprender a utilizarlos y debe haber una normativa para guiarnos en cómo usarlos y en cómo ventilar.

¿Cómo se pasa de una pandemia a una endemia, una enfermedad estacionaria como ocurrió con la gripe, por ejemplo?

Cuando entró la pandemia de gripe en 2009 en vez de ser en enero y febrero pasó en octubre y noviembre, pero una vez que se había infectado toda la gente vulnerable, en enero y febrero de ese año no hubo nada. Al siguiente hubo en enero y en febrero, como normalmente. A este virus le pasará algo parecido. Endémico no quiere decir que sea leve, quiere decir que lo conocemos, que podemos predecir un poco cuándo va a ocurrir, pero puede ser grave. Por ejemplo, la tuberculosis es endémica y es lo que causa más muertes por enfermedades infecciosas en todo el mundo hasta que ha llegado la COVID. Si esto se quedase como ha sido esta oleada de otoño-invierno sería peor que una mala gripe, pero si se acumulan más personas vacunadas, más personas que se han infectado de una manera suave, probablemente, la siguiente estación de riesgo, que será el otoño-invierno del año que viene será más suave. Si sigue teniendo capacidad de variar y con variantes muy distintas, habrá que ver qué es lo que traen. Ómicron es una variante que ha prendido en una humanidad distinta. Las otras variantes se estaban moviendo en una humanidad que no tenía nada de inmunidad, de defensas, y con cada variante había más cantidad de virus, se producían más en la nariz y en la garganta. Por eso se contagiaba más y ganaban a las otras variantes. Ómicron ha tenido una estrategia distinta y ha sabido adaptarse a la nueva humanidad, que en los países con recursos está vacunada, mucha tiene inmunidad, y en países con pocos recursos hay mucha gente infectada, también con inmunidad. No tiene más carga viral que delta, pero se transmite mejor en población con más inmunidad que las anteriores. ¿Cómo puede ser otra variante? No lo sabemos, a lo mejor nos quedamos con estas dos variedades fundamentales y, a lo mejor, no cambia nada, pero si aparece algo que nos sorprenda podemos volver a empezar

¿Haría falta una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus?

Parece que no. Hay que evaluar antes la tercera dosis. Es importante saber si puede proteger más a los grupos de riesgo. Esto se está viendo ahora mismo en el Reino Unido, saber cuál ha sido el efecto y si dentro de esa población de riesgo habría ventajas de vacunarse una cuarta vez. Será basado en los datos y en la evidencia clínica y científica. Las vacunas son mejores que la de la gripe. El coronavirus es más estable y menos variable que el de la gripe y yo creo que, por lo tanto, esto se va a quedar como otras vacunas o enfermedades infecciosas, que nos dan una vacuna en la vida. Cuando hay vacunas muy fuertes no hace falta repetir regularmente. La evolución clínica nos lo dirá, pero será para los grupos de riesgo si acaso.