La oposición exige una solución para el teatro-auditorio

M. Lillo
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Piden que se actúe tras doce años de parálisis y abogan por hacerlo por fases con el objetivo de culminar esta infraestructura enclavada en un barrio que ya está lleno de urbanizaciones

Estado actual que presenta el teatro-auditorio, cuya obra se paralizó en abril de 2010. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Desde finales de abril del año 2010 no se mueve ni una piedra en la obra de construcción del teatro-auditorio. En aquella fecha se echó el freno a la ejecución de la que estaba llamada a ser la infraestructura cultural más importante de la capital. Ahora, casi 12 años después, la oposición en bloque considera que es el momento de abordar una solución.  

PP, Unidas Podemos y Vox reclaman al equipo de Gobierno que, de inicio, impulse un estudio para conocer las necesidades de construcción de este edificio y proyecte una actuación «por fases» que permita soportar de manera más liviana la carga financiera que supondría, aunque la oposición también recalca una cuestión: el Ayuntamiento cierra cada ejercicio con un importante superávit y consideran que ahora, también, es el momento más propicio para hincarle el diente a esta importante obra.

Los grupos de la oposición defienden esta postura después de que en el pasado Pleno, el concejal de Hacienda, Nicolás Clavero, afirmara que, posiblemente, tendría que ser en la legislatura que viene, a partir de 2023, cuando se aborde esta cuestión. Una opinión que pese a tener un carácter exclusivamente personal, y no del equipo de Gobierno, no deja de tener relevancia por dos cuestiones: no hay ningún estudio previsto para conocer el coste que tendría finalizar la obra y tampoco está entre las prioridades en cuanto a las actuaciones a acometer en la capital. «Hay necesidades de sobra y no podemos gastar dinero en él en esta legislatura», aseveró a este diario Clavero.

Para el Grupo Municipal Popular, sin embargo, es hora de que el equipo de Gobierno del PSOE y Cs dejen de «utilizar el teatro-auditorio como un arma arrojadiza contra la gestión del PP con la crisis de 2009-2010», indicó el edil Miguel Ángel Poveda. Para el principal partido de la oposición las circunstancias que dieron lugar a la paralización de la infraestructura están claras: el Ayuntamiento, gobernado entonces por los populares, no contó con el apoyo de ninguna administración, gobernadas entonces por el PSOE, y emprendió una obra con recursos propios que años después, debido a la crisis del ladrillo, se tuvo que parar. Eso, que ya es pasado- dijo- no quita para abordar ahora la finalización de este gigante de cemento en el que se ha convertido el auditorio. Por ello, pide aprovechar los 600.000 euros que se arrastran de presupuestos anteriores para esta obra, que no se han ejecutado nunca, y otros 300.000 más para estudiar sus necesidades y plantearlo por parte.

El fin del 'castigo'

Para Unidas Podemos (UP) también es el momento de enterrar una actitud de castigo que Clavero verbalizó en una frase: «No vamos a tapar las vergüenzas del PP». Para la portavoz de UP, Nieves Peinado, con independencia de esa cuestión, es un edificio que está sin terminar y al que no se da uso. «No es lo que haya de invertir de más, es lo que vamos a perder». Explicó que si no se culmina la obra se habrán enterrado 15 millones de euros y lanzó un aviso a navegantes: debe lograrse un acuerdo del conjunto de la Corporación y no depender sólo del partido que esté en la Alcaldía.  

El edil de Vox, Luis Blázquez, también defiende la necesidad de «atajar el problema lo antes posible», buscando alternativas para la construcción, bien en fases o apostando por una colaboración público-privada o una posterior cesión del espacio. «Hicieron la obra de la avenida de Europa, que no era prioritaria y no entrañaba peligro, y ni tan siquiera han arreglado la plaza del teatro-auditorio». Y eso, recuerda, pese a que se aprobó hace meses una moción para que así fuera porque «entraña peligro para los niños: hay baldosas y bancos rotos y la iluminación está mal». También reseñó otra cuestión: cuando se comenzó a construir no había casi nada edificado a su alrededor, pero hoy es una zona llena de edificaciones.