Al igual que ocurrió el año pasado, la pandemia ha vuelto a condicionar la celebración de las comuniones en Daimiel. Prueba de ello es que, en un año normal, la celebración de la festividad de la Ascensión marcaría su finalización: este año, 133 niños y niñas tendrán que esperar a junio, tras la celebración del Corpus, para recibir su primera comunión.

Así lo ha explicado en Radio Daimiel el párroco de San Pedro, Eulalio Asensio, precisando que, en coordinación con las familias, se ha decidido celebrar las comuniones los sábados y domingos de las tres últimas semanas de junio, en grupos separados, para evitar aglomeraciones. Los ensayos y la primera confesión se realizarán, de igual manera, la semana anterior a su fecha de comunión. Ya se celebraron de esta manera en septiembre del año pasado, indicó, asegurando que, “aunque es un mayor esfuerzo, se hace con mucho gusto, pensando en lo mejor para las familias”.

La comunión es el punto y final de un proceso de catequesis que también ha tenido que adaptarse a las circunstancias. En este sentido, Asensio ha valorado la implicación de las familias en la educación religiosa de sus hijos, en coordinación con la comunidad catequista durante las sesiones online y apoyando el trabajo en casa.

Aun así, esperaba “poder volver pronto a la presencialidad”, sin descartar la comunicación online con las familias, que, según entiende, “ha llegado para quedarse”.

Por otro lado, la celebración de las 92 confirmaciones previstas para este año se realizará los dos últimos fines de semana de mayo, siguiendo la misma dinámica que las comuniones.

Asensio ha indicado que se va a mantener el aforo máximo a la mitad, aunque la normativa actual permite superarlo, con el objetivo de asegurar la distancia mínima de seguridad. Este año tampoco habrá confirmaciones de adultos. Se llevarán a cabo el año que viene, “cuando hayan completado su formación”.

En cuanto a las bodas, “prácticamente todas se están posponiendo para el año que viene”, ha asegurado el sacerdote. Sí se están celebrando bautizos, para los que, con el mismo fin de evitar aglomeraciones, se han habilitado todos los fines de semana de mes.