Encharcar Las Tablas con pozos «solo sirve para parchear»

Ana Pobes
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Un informe técnico, elaborado por un geólogo a cargo de la CUAS Mancha Occidental I, señala que el parque «necesita aportes y no pérdidas como el encharcamiento artificial»

Encharcar Las Tablas con pozos «solo sirve para parchear» - Foto: Rueda Villaverde

Los usuarios de la Masa de Agua Subterránea Mancha Occidental I, tienen claro que «no hay otra opción» que la del trasvase desde los pantanos de cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía) para recargar  el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, que está atravesando por una difícil situación debido a la sequía de los últimos siete años.

Para su supervivencia se plantearon dos alternativas: un trasvase o la utilización de los pozos de recarga.  El Ministerio consideró que esta última era la mejor solución, y los pozos de recarga están funcionando desde mediados de marzo  con el objetivo de llevar 5,75 hectómetros cúbicos al parque en dos meses. A fecha de 7 de abril, el parque alcanzaba las 200 hectáreas encharcadas tras la apertura de los pozos de recarga. Con el uso de los pozos de emergencia se prevía encharcar entre 600 y 700 hectáreas de las más de 1.700 que tiene de superficie inundable este parque nacional, pero la Comisión Mixta de Gestión del parque decidió el lunes paralizar los bombeos una vez que se alcanzaron las 300 hectáreas de superficie inundada.

Aún así, desde la Masa de Agua Subterránea Mancha Occidental I continúan considerando que la medida de los pozos de recarga «no es la más correcta». Su presidente, Ángel Bellón, insiste en que la mejor solución para dar salida a la situación actual que vive el parque «es aportar agua a través del trasvase». Y posteriormente, de seguir con la sequía, «usar los pozos de recarga para mantener el humedal». Conscientes de la crítica situación por la que atraviesan Las Tablas, los usuarios de la Masa de Agua Subterránea Mancha Occidental I han echado mano de los expertos para conocer cuál es la repercusión más correcta y con esa finalidad como bandera han pedido a un geólogo la elaboración de un informe técnico, que a través de  «razonamientos científicos, objetivos e independientes», ha aportado información técnica sobre el encharcamiento parcial del parque.  

En dicha documentación, el doctor en Ciencias Geólogicas concluye que el acto de encharcamiento artificial parcial de la superficie de Las Tablas «no es justificable técnicamente» al argumentar que el parque nacional «necesita aportes y no pérdidas como es este encharcamiento parcial». El parque nacional, continúa explicando, necesita «una planificación y una gestión socioeconómica sostenible consecuente con la de toda la Cuenca Alta del Guadiana, y que contemple la necesidad urgentísima de emplear, primero, razones y argumentos geológicos e hidrogeológicos, y, después, por ejemplo, argumentos biológicos». Hacer lo contrario es, a juicio de dicho geólogo, «parchear y posponer soluciones».

Señala que desde el punto de vista geológico e hidrogeológico, «solo habrá un beneficiario parcial de esta acción biológica de encharcamiento: el dominio hídrico ‘hundido’ más occidental». En este sentido, argumenta que los trabajos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) confirman la existencia de unos espesores que permite definir un modelo de cotas de trasvases para el parque, que «confirma que el flujo de agua subterránea entre un dominio hídrico y su colindante solo es posible cuando se alcanza una determinada cota de llenado». Por lo tanto, si esta cota no se alcanza, entonces, sucede «la desconexión hídrica entre dominio quedando la reactivación del flujo hídrico a la espera de una recuperación piezométrica». Así el subsuelo del parque define como dominio hídrico ‘elevado’ (con espesores de medio acuífero reducidos), mientras el subsuelo del entorno donde se localizan los sondeos de emergencia (y buena parta de los de ‘recarga’) se define como un dominio hídrico ‘hundido’  (con espesores de medio acuífero elevado).  

Por todo ello, «extraer un recurso hídrico para encharcar el parque procedentes de un dominio hídrico ‘hundido’ para trasvasarlo artificialmente a otro dominio hídrico ‘elevado’, en el cual no se alcanza la cota natural de encharcamiento que permita las tablas, es un acto que no puede contar con el apoyo técnico geológico e hidrogeológico».

El dictamen considera que el estado actual del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel es una consecuencia directa de la «desconsideración de las razones geológicas que caracterizan al parque a lo largo de las últimas seis décadas». En opinión del técnico, ésta es la razón fundamental del estado del actual parque, ya que «si se hubiera tenido en cuenta esta realidad geológica-tectónica del territorio, la Administración jamás habría consentido una sobreexplotación de los medios acuíferos de la Cuenca Alta del Guadiana». Asimismo se muestra «convencido» de que «si los propios usuarios del recurso hídrico (principalmente para uso agrícola) hubieran comprendido y asimilado determinadas ideas sobre la realidad geológica y tectónica de la Cuenca Alta del Guadiana, tampoco  ellos habrían consentido una sobreexplotación», concluye.

El informe ha sido enviado por carta certificada al Ministerio para la Transición Ecológica, al presidente de  la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), al presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y al consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural.