El TS desestima el recurso de casación del alcalde de Puebla

A. Criado / La Tribuna
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Venancio Rincón afirma que «lo volvería a hacer» y que dejará la Alcaldía, «orgulloso de la gestión», después de 12 años «defendiendo los intereses del municipio»

Venancio Rincón, alcalde de Puebla de Don Rodrigo - Foto: L.T

El Tribunal Supremo (TS) ha desestimado el recurso de casación interpuesto por el alcalde de Puebla de Don Rodrigo, Venancio Rincón, contra la sentencia dictada en el año 2020 por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) en cuanto a la duración de la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de un total de siete años.

El TSJCM rebajó de nueve a siete años la pena de inhabilitación para Venancio Rincón por prevaricación administrativa al ordenar contrataciones desde el Ayuntamiento sin seguir el procedimiento administrativo adecuado y en contra de los informes de los técnicos municipales. El regidor fue condenado a inhabilitación para cargo público por las actuaciones de contratación llevadas a cabo para la construcción del tanatorio municipal, por unas obras que ascendían a 310.000 euros sin IVA (tras un presupuesto inicial de 90.000) y que se fraccionaron en una veintena de contratos. El Tribunal estimó que por la cuantía de las obras se deberían haber licitado y no llevarlas a cabo por administración y consideró, asimismo, que varios contratos excedieron el límite del contrato menor.

En declaraciones a La Tribuna, Venancio Rincón afirma que el fallo del Supremo «deja claro que lo justo no es lo legal» y descarta continuar con su lucha en el Constitucional: «Lo volvería a hacer y más en el contexto en el que se hizo, cuando más afectaba el paro en el pueblo por la crisis de la construcción». Asegura que la infraestructura era «necesaria» y se hizo poco a poco por los escasos recursos del Ayuntamiento.

Rincón dejará la Alcaldía de Puebla de Don Rodrigo «después de 12 años representando y defendiendo los intereses del municipio, muy orgulloso de la gestión y del trabajo realizado y de mis compañeros». «Debo ser un buen trofeo, cuando hay tantas escopetas apuntándome», sentencia.