El Club Taurino Almodóvar lamenta la pérdida de Manolo Gijón

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El enforzado propietario de la cuadra de caballos que ha llevado su nombre y divisa a lo largo de más de cuatro décadas ha fallecido hoy tras una larga enfermedad

El Club Taurino Almodóvar lamenta la pérdida de Manolo Gijón

Apenas transcurridas casi 48 horas del cierre de la feria taurina de Almodóvar del Campo, los aficionados de esta localidad lloran hoy la pérdida de una de las figuras más significadas con la fiesta, Manolo Gijón. 

Tras una dura enfermedad contra la que se batió el cobre de igual manera que en su oficio, el enforzado propietario de la cuadra de caballos que ha llevado su nombre y divisa a lo largo de más de cuatro décadas, ha fallecido hoy rodeado de los suyos. Desde el Club Taurino ‘Almodóvar’, al que Gijón ha pertenecido como socio y ha sido también destacado colaborador, facilitando una de las magnas estatuillas con que cada año se premia los mejor de la feria de la localidad, lamentan hoy su muerte. “Este hombre fortachón, de carácter afable, amigo de la tertulia constructiva en apoyo a la fiesta de los toros, ha sido todo un emblema para la tauromaquia de nuestro país, aportando su granito de arena en la defensa de esta tradición y cultura tan nuestras", declara el presidente del club taurino Carmelo García, quien repasa la vinculación de Manuel a esta actividad desde bien pronto, dedicándose inicialmente al transporte de toros y bueyes para, a continuación, crear la que ya era la cuadra de caballos de picar en la provincia.

“Su oficio, como el de tantas cuadras análogas, era arduo porque Manolo se preocupaba de encontrar al caballo adecuado y después domarlos para su labor, algo que no es sencillo en particular haciéndoles aceptar el peto de protección”, recuerda García. El responsable del Club Taurino ensalza a este almodovareño en una de sus virtudes, la paciencia, “lo que le permitía sacar adelante al ejemplar de picar, un talento que no es muy generalizado y que luego ratificaba al probarlos en tentaderos”.

Convencido de la importancia de las novilladas, también para el fogueo de los caballos, su medio ambiente era el campo para entrenar a los caballos adecuadamente, aunque el cuidado y cobijo para su cuadra lo tenía en la propia localidad almodovareña. “Hoy nos ponemos de divisa de luto, porque para Almodóvar del Campo, para la provincia de Ciudad Real y en general para ‘la fiesta’ en este país, se ha ido uno de los pilares que contribuían al sostenimiento de los toros. Descanse en paz”, concluye García.