La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, mostró hoy su rechazo y condena a la concentración de jóvenes que se registró este fin de semana en Tomelloso, "una zona donde la pandemia del coronavirus ha sido especialmente dura", y que pudo haber reunido a entre 500 y 700 personas en un botellón, según las estimaciones que maneja el Ayuntamiento de la localidad.

Para Fernández "no es tolerable" este tipo de eventos y actuaciones que ponen "en serio riesgo la salud pública", apuntó, al mismo tiempo que insistió que desde el Ejecutivo regional "no podemos salir de nuestro asombro". 

"No puede ser que el trabajo sanitario y el esfuerzo ciudadano de confinamiento se ponga en serio riesgo ahora con estas actitudes que pueden provocar rebrotes", advirtió la portavoz del gobierno castellano-manchego, que hizo una llamada directa a los jóvenes que estuvieron en el botellón y a los que recordó el riesgo al que han puesto a familiares o vecinos vulnerables al coronavirus. "Lo que nos ha pasado es demasiado serio para permitirnos este tipo de actitudes", dijo Fernández, que también avanzó que la Junta remitirá un escrito al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, para que se extremen las medidas de control y la vigilancia con los ayuntamientos para evitar "el efecto imitación" que se pueda dar en otros puntos de la región.