Este viernes, desde las 18 horas, la selección española de balonmano buscará en el Ergo Arena de Sopot (Polonia) su acceso a la gran final del Campeonato del Mundo. Para ello, deberá superar a la actual campeona, Dinamarca, la gran favorita para reeditar el título. 

Una vez más, los 'Hispanos' se han colado en la lucha por las medalla de una gran cita internacional. Ylo hacían de un modo épico, tras ganar en los cuartos de final a Noruega después de dos prórrogas y de momentos de verdadero infarto (34-35). «Un partido que va a hacer historia en el balonmano español», como lo definía desde Polonia Miguel Sánchez-Migallón en declaraciones para La Tribuna.

De cara al partido de hoy, el jugador ciudadrealeño, que volvió a ser un hombre clave para Jordi Ribera en el rendimiento defensivo del equipo, reconoce que «todo el mundo coincide en que Dinamarca es la gran favorita para ganar este Mundial, porque está jugando increíble», pero no por ello renuncia a las opciones españolas. «Tenemos que trabajar muchísimo para poder tener todas las facetas del juego a nuestro favor».

Lo que ya han demostrado con creces es que a los 'Hispanos' no se les puede dar por vencidos nunca. Él lleva dos años viviéndolo en primera persona, y después del bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio y de la plata en el último Europeo, ahora sueña con colgarse del cuello la presea que le falta, la mundialista. «Esta selección nunca deja de creer, y así lo demostramos contra Noruega, en un partido muy duro y de mucha tensión, en el que casi siempre fuimos por detrás en el marcador».

Ahora toca intentar el más difícil todavía ante un rival que en cuartos de final destrozaba a la Hungría de Chema Rodríguez (40-23). La otra plaza en la final se la jugarán Francia y Suecia (21 horas).