Los helicópteros de combate Tigre no pasan desapercibidos y esta semana están siendo más visibles de día y percibidos de noche. «No hay nada extraordinario», aseguran a La Tribuna desde el Batallón de Helicópteros de Ataque I (Bhela-I) con sede en el término municipal de Almagro, a unos 15 kilómetros de Ciudad Real capital. De momento no hay orden de misión alguna en el exterior o de despliegue, dicen preguntados por una posible intervención de los Tigre en la zona de guerra de Ucrania, en misión de ayuda o disuasión.

Dicen que tampoco se ha intensificado el adiestramiento, aunque  sean muchos los que lo piensen porque se haya reparado más en su presencia. En cualquier caso, afirman que el aumento de vuelos de los helicópteros de ataque Tigre no tiene que ver con un posible despliegue, ni siquiera ni por un por si acaso, al menos en la última semana y horas con respecto a la situación en Ucrania con la guerra declarada por el presidente ruso, Vladímir Putin.

Si es cierto que hay más instrucción nocturna de entrenamiento. Están llegando a la Base de Almagro pilotos nuevos y tienen que entrenar, además también por los cursos de calificación de piloto. «No hay nada extraordinario», de momento, reiteran desde el Bhela-I.

Las tripulaciones de los Tigre se adiestran en vuelo diurno y nocturno a diario como se ha podido ver la semana pasada en el Campo de Calatrava. El fin es estar preparados para garantizar las misiones  que se les encomiende con seguridad y eficacia. Volar por la noche requiere de mayor concentración y por ello se realizan fases para que las tripulaciones sigan adiestrándose en este tipo de vuelo, ya que tienen que estar preparados para intervenir en cualquier momento.

Los Tigre han participado en misiones internacionales, una en Bosnia y otra en Afganistán.

El Batallón de Helicópteros de Ataque I ha intervenido en 72 misiones internacionales en los últimos veinte años. Cabe recordar que en los 90, militares destinados en Almagro estuvieron en la Guerra de los Balcanes. También han estado en la primera Guerra del Golfo en Irak y Afganistán supuso el bautismo de fuego de los helicópteros de combate Tigre. En 2013, el Bhela I participó con tres HA-28 en la operación de reconstrucción del país afgano.