Aesa, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, ha rechazado la propuesta del aeropuerto de Ciudad Real para ampliar el número de plazas de aparcamiento de aviones mientras no se hayan acabado las obras de ampliación de la plataforma de estacionamiento que está acometiendo CRIA con la intención de acoger hasta 200 aviones en una primera fase.
Según han explicado fuentes de Aesa a La Tribuna, el rechazo a esa petición se justifica en el riesgo para el tráfico aéreo que podría plantear si se siguen estacionando los aviones en las actuales instalaciones y a expensas de que se finalicen estas obras.
En la práctica, esa decisión de Aena supone que no pueden entrar más aviones al aeropuerto de Ciudad Real mientras que se acaben las obras o no salga alguno de los aviones que permanecen estacionados. A día de hoy, la ocupación supera las 70 aeronaves después de que en la mañana de este viernes un Airbus de la compañía Virgin haya salido con destino a Mánchester.
Hay que recordar que la asociación Ecologistas en Acción solicitó a finales del pasado mes de agosto la paralización de las obras de ampliación de la plataforma del aeropuerto “por llevar a cabo estas obras sin contar con la preceptiva evaluación ambiental previa necesaria”. Además, la asociación conservacionista instó al Ministerio a que sometiera a evaluación ambiental esta modificación del proyecto constructivo del aeropuerto, que en su día fue construido sobre una Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa).
Según ha podido saber La Tribuna, desde el Ministerio de Transición Ecológica se ha negado que se haya paralizado unas obras que los ecologistas apuntaron entonces que requerían una evaluación ambiental simplificada atendiendo a la Ley de Evaluación Ambiental y apuntaron que proyectos de infraestructuras como la construcción de aeródromos, así como cualquier modificación en las instalaciones u operación de los aeropuertos que puedan tener efectos significativos para el medio ambiente, “deben someterse a esta Ley. De este modo, se debe evaluar aspectos como un incremento significativo de las emisiones a la atmósfera, de los vertidos a cauces públicos, el posible incremento de la generación de residuos, el aumento significativo en la utilización de recursos naturales, la afección a espacios protegidos Red Natura 2000 o una afección significativa al patrimonio cultural”, explicaron desde Ecologistas en Acción.