Adiós, mascarillas

D. A. F.
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Los taxistas celebran que el uso del cubrebocas vaya a dejar de ser obligatorio en los distintos transportes públicos; entre los usuarios del autobús se producen más matices

Adiós, mascarillas - Foto: Rueda Villaverde

Los taxistas de Ciudad Real acogen con satisfacción la medida anunciada ayer por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, por la que las mascarillas dejarán de ser obligatorias en el transporte público, un asunto que se abordará en el Consejo de Ministros del próximo 7 de febrero y que previsiblemente se aplicará desde el día siguiente, manteniendo su uso en farmacias y centros sanitarios.

Ayer, a pie de autobús, las opiniones variaban. El caso más rotundo es Yasmín Díaz, una usuaria que afirma: «Para mí debería seguir siendo obligatoria, que haya mejorado la pandemia no quiere decir que la hayan resuelto ya. Deberían dejarla un tiempo más», sentencia.

Una postura más matizada es la de Misericordia Céspedes. «Me parece bien siempre y cuando los ciudadanos muestren responsabilidad. Yo seguiré llevándola un tiempo más», adelanta. Aun así resalta que «ya estamos en las tiendas todos sin mascarilla y no pasa nada».

Adiós, mascarillasAdiós, mascarillas - Foto: Rueda VillaverdeEntre quienes acogen con entusiasmo el fin de este complemento el autobús urbano se encuentra Estrella Molina. «Estoy harta de mascarillas, por mí, ya las había retirado hace tiempo», apura esta viajera que recurre al autobús a diario.

La joven Nerea González reconoce que le da «un poco igual», aunque también de las personas que a veces llega a la parada sin ella, «hoy mismo», señala, con lo que «los conductores me dicen que no puedo subir sin mascarilla», relata.

En el sector del taxi el uso o no de la mascarilla ha dado lugar a alguna 'escena' con clientes especialmente remisos a ponérsela. Es lo que refiere a La Tribuna Vicente Cañizares, quien explica: «Hubo un caso en que tuve que decirle a un hombre que saliera del coche». De hecho reconoce que cuando alguna persona se olvida el cubrebocas y se le recuerda su obligatoriedad, «suelen reaccionar bastante mal». Cañizares celebra la decisión del Gobierno «porque es una incomodidad tenerla puesta todo el santo día trabajando».

Adiós, mascarillasAdiós, mascarillas - Foto: Rueda VillaverdePor el contrario, su compañero Ángel Rodríguez no lo ve tan problemático: «Yo me la pongo cuando sube alguien y si no, estoy sin mascarilla», con el añadido de que los trayectos son, por lo general cortos y en los casos en que alguien se ha resistido a usarla, «le recuerdo que el dueño del coche soy yo y tiene que cumplir la ley», remacha.

Por su parte, Francisco Cano saluda la medida con un «a ver si nos adaptamos ya a la vida como la teníamos antes de la pandemia, siempre manteniendo la precaución». Durante este tiempo han sido varias las ocasiones en las que la Policía Local ha recordado la norma a los taxistas, señala.

También Luis García celebra la retirada de esa obligatoriedad, cuando ya se ha dejado de usar en otros espacios cerrados. Así observa que la mayor parte de los viajeros viajan solos y se sientan en el lado derecho de la parte de atrás, «bastante lejos del conductor», refiere.

Adiós, mascarillas
Adiós, mascarillas - Foto: Rueda Villaverde